De Primera Mano / Periodismo y divulgación de la ciencia
La mirada de quienes estemos interesados en la divulgación de la ciencia debe estar puesta en los excelentes, exitosos y cautivantes programas y documentales que diariamente podemos ver en BBC, Discovery Chanel o Net Geo, entre otras, y no en conformarnos con esfuerzos enfocados a darnos a conocer sólo entre una comunidad científica de no más de 100 personas
Morelia, Michoacán, 18 de marzo de 2014.- En el marco del 30 aniversario del Sistema Michoacano de Radio y Televisión (SMRTV) tuve la oportunidad de asistir, a invitación del director general y mi amigo, Christian Gutiérrez Alonso, a una Mesa Redonda sobre “El Periodismo y la Difusión de la Ciencia”, que se realizó en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Morelia.
Muy interesante el enfoque de los temas y, sobre todo, el que el Sistema Michoacano se ocupe de analizarlos de manera pública, con las opiniones de conocedores de las áreas científica y periodística.
La verdad, las distintas concepciones de la situación me llamaron a la reflexión, comenzando por el hecho de que en nuestro país y en Michoacán ha sido muy difícil durante muchas décadas dedicar los suficientes recursos públicos y privados a la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación.
Tuve la oportunidad de observar tres visiones diferentes, una respecto de la falta de interés por parte de los medios de comunicación por la divulgación científica, así como acerca de la necesidad de formar periodistas especializados en la ciencia; otra sobre los esfuerzos que aisladamente se hacen para difundir los temas científicos y la falta de condiciones para la especialización; y, la tercera, con la que más discrepo, acerca de que en Michoacán sí hay periodismo científico y de calidad.
En lo personal, yo considero que las primeras obligadas a formar periodistas especializados en temas científicos son las propias instituciones enfocadas a la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación, y deben comenzar por sus propios jefes de prensa o encargados de la divulgación, pues a lo largo de los años he tenido acceso a los boletines que emiten y la gran mayoría de ellos tienen graves errores de redacción o son lo suficientemente técnicos para restarle interés a la información.
También considero que deben reconocerse los esfuerzos que se hacen por difundir la ciencia a través de programas de televisión y de radio, así como revistas, suplementos y páginas de internet, pero si la gran mayoría de estos espacios no son conocidos, quiere decir que no está funcionando la tarea de divulgación o que la misma se hace de manera elitista, sólo para el conocimiento, la competencia y el ego de los científicos e investigadores, no para las grandes masas de la población.
Y, en tercer lugar, me parece cuando menos conformista afirmar que en Michoacán existe periodismo científico y de calidad, pues desde el momento en que no hay jefes de prensa especializados, mucho menos habrá periodistas especiales para la fuente; desde el momento en que existen espacios para la difusión, pero la mayoría de ellos no son ampliamente conocidos, está fallando la difusión; y, desde el momento en que decimos que vamos bien, estamos siendo mediocres, pues parece que nos limitamos a compararnos con nosotros mismos y no con los grandes logros en divulgación científica que existen a nivel nacional o internacional.
La mirada de quienes estemos interesados en la divulgación de la ciencia debe estar puesta en los excelentes, exitosos y cautivantes programas y documentales que diariamente podemos ver en las grandes cadenas como BBC, Discovery Chanel o Net Geo, entre otras, y no en conformarnos con esfuerzos enfocados a darnos a conocer sólo entre una comunidad científica de no más de 100 personas.
Como bien lo dijo mi amigo Christian Gutiérrez: “Debemos buscar convencernos de que la cultura no es aburrida, ni la ciencia complicada”.
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