De Primera Mano / ¿Qué pasa con las autodefensas?
Es lamentable que en este último año las cosas hayan llegado al extremo de que los civiles debieran armarse para defenderse solos ante la pasividad o complicidad de sus autoridades; y que ahora gran parte de la estrategia de seguridad de la Federación esté fincada en lo que hacen o dejan de hacer las autodefensas
Morelia, Michoacán, 12 de marzo de 2014.- Si a un grupo grande de personas capacitadas y adiestradas en distintas tareas es difícil coordinarlo, mucho más complicado es cuando se trata un grupo considerable de elementos sin preparación y sin una organización claramente definida, aún y cuando todos persigan a final de cuentas el mismo fin.
Eso es lo que parece estar pasando con los grupos de autodefensa, que han llegado a alcanzar una influencia considerable en ciertos territorios de Michoacán, al grado que cuando quieren convocan con éxito a reuniones extra-urgentes a los más altos funcionarios del gobierno estatal o de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal.
Ya hace tiempo lo había advertido, al igual que otros analistas y actores políticos y sociales, es difícil garantizar la pureza de un grupo de personas como los autodefensas, porque aunque muchos de ellos tienen buenas intenciones, la verdad es que no se trata de un conglomerado homogéneo, en el que todos piensan igual y tampoco tienen las mismas formas de hacer las cosas.
Desde hace mucho tiempo vienen ocurriendo divisiones internas, confrontaciones, malentendidos y más recientemente hasta confrontaciones abiertas entre las diferentes facciones de los grupos de autodefensa, han surgido incluso en algunos municipios grupos similares que no tienen relación alguna con los primeros y de los cuales nadie puede garantizar realmente a qué intereses obedecen.
Algunos liderazgos de los grupos que empezaron la rebelión contra la delincuencia organizada y las autoridades cooptadas por el crimen, se están acostumbrando rápidamente al poder que han adquirido, a viajar en helicóptero o en avioneta, a hablarles de tú a los más altos mandos de las fuerzas federales a disponer y ser responsables de cientos o tal vez miles de personas que tienen a su mando.
Pero vuelvo al principio de mi reflexión, es complejo coordinar a tanto elementos cuando no tienen la preparación, la organización, la capacitación y el adiestramiento que sí tienen las fuerzas formales del orden. Ahí está el punto flaco de las autodefensas y eso explica por qué tantas veces el Ejército Mexicano, aún siendo emboscado y con muchos menos elementos que la delincuencia organizada, ha logrado salir avante de los cobardes ataques de los criminales.
Es lamentable que en este último año las cosas hayan llegado al extremo de que los civiles debieran armarse para defenderse solos ante la pasividad o complicidad de sus autoridades; es lamentable que ahora gran parte de la estrategia de seguridad de la Federación esté fincada en lo que hacen o dejan de hacer los grupos de autodefensa, con sus ventajas, pero también con sus carencias; y es también lamentable que ahora a uno de los líderes de las autodefensas se le deba investigar con su vinculación a un crimen.
Lo malo es que ya estamos en esta situación y ahora esperemos contar con decisiones y acciones inteligentes de las autoridades federales, así como con la reflexión y responsabilidad de los líderes de las autodefensas, para que no se olvide que el objetivo debe ser regresar la paz a Michoacán y que en el estado se recupere la legalidad. Esto no se trata, o no debería de tratarse, de cambiar a unos verdugos por otros.
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