Editoriales

De Primera Mano / Reforma hacendaria y cálculo político

Nuestro director, Nicolás Casimiro; periodista con 14 años de trayectoria y con experiencia en radio y diversos medios impresos, electrónicos y agencias informativas
Nuestro director, Nicolás Casimiro; periodista con 14 años de trayectoria y con experiencia en radio y diversos medios impresos, electrónicos y agencias informativas

Uno de los más absurdos planteamientos es el de imponer el IVA en los servicios educativos privados, con lo que se castigaría con un 16% adicional a los padres de familia que con recursos propios tratan de hacer lo que no es capaz de hacer el gobierno, brindar educación de calidad a sus hijos

México, D.F., 10 de septiembre de 2013.- Habría que ser ingenuos para no ver el cálculo político detrás de la denominada “reforma hacendaria” que presentó el pasado domingo el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

La semana pasada se filtró deliberadamente en varios medios de comunicación la presunta intención del gobierno federal de imponer el IVA en alimentos y medicinas, sólo para hacer un cálculo del costo político que tendría la propuesta.

Una vez hecho esto, el domingo aparecieron públicamente el presidente Peña Nieto y su secretario de Hacienda Luis Videgaray para presentar la iniciativa que tuvo como su punto más “positivo” el de no se gravarán con IVA los alimentos y medicinas, ¡como si nos estuvieran haciendo un favor!

Esa fue la nota que nos vendió el gobierno federal y que muchos compraron, también nos anunciaron que desaparecerían los siempre impopulares tributos conocidos como IETU e IDE, que en realidad nunca representaron un ingreso importante para el erario público, pero sí fastidiaban a miles de contribuyentes.

Sin embargo, escondidas en esa propuesta vienen muchas medidas graves para cobrar más a quienes ya pagan impuestos y en las que no se contemplan estrategias para hacer contribuir a la economía informal.

Uno de los más absurdos planteamientos es el de imponer el IVA en los servicios educativos privados, con lo que se castigaría con un 16% adicional a los padres de familia que con recursos propios tratan de hacer lo que no es capaz de hacer el gobierno, brindar educación de calidad a sus hijos.

La justificación, basada en que se va a cobrar más a quienes más ingresos tienen, es de lo más pobre y contradictoria, dijo Peña Nieto que el 10% de quienes pagan colegiaturas son del segmento más rico de la población (aquellos que ganan más de 42 mil pesos mensuales y representan el 1% de la población), quienes cubren el 39% del total de las colegiaturas.

Basados en el mismo argumento podemos decir que el otro 90% de quienes pagan las colegiaturas son personas que no forman parte del selecto grupo de aquellos que ganan más de 42 mil pesos mensuales, la gran mayoría ni siquiera se acercan a esa cifra, y sin embargo, de aprobarse la propuesta presidencial deberán pagar el mismo 16% adicional que los ricos. ¿Entonces dónde estaría la proporcionalidad en el impuesto?

No es la única medida negativa; tampoco veo con buenos ojos la desaparición del 47% de las deducciones; que se pretenda cobrar ISR al 32% cuando el gobierno no brinda servicios de calidad; la imposición del IVA a la gran mayoría de los espectáculos públicos, exceptuando el circo y el teatro; y, la posibilidad de que los mismos sean gravados también por los gobiernos estatales.

¡En fin!, son muchas cosas las que vienen escondidas en la reforma hacendaria, pero ya hablaremos de ellas en otro momento de haber la ocasión.

COMENTARIOS Y SUGERENCIAS: www.atiempo.mx / atiempomx@gmail.com

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba