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Día de Asueto / ¿Y los derechos humanos apá?… la política por encima de la salud

La puerta principal del Hospital de la Mujer se cierre pasaditas las cinco de la tarde, ¿sabe por qué? Porque es la hora que la trabajadora del aseo trapea el lugar y no quiere que nadie le vuelva a pisar y ensuciar esa zona
La puerta principal del Hospital de la Mujer se cierre pasaditas las cinco de la tarde, ¿sabe por qué? Porque es la hora que la trabajadora del aseo trapea el lugar y no quiere que nadie le vuelva a pisar y ensuciar esa zona

Nada justifica lo que sucede en la Secretaría de Salud. Nada. Ninguna aspiración política o medida administrativa, de crisis gubernamental, revisión financiera, reajuste, relevo institucional o alguna de las maravillosas ideas megarevolucionarias de mi Virrey favorito

Morelia, Michoacán, 03 de septiembre de 2014.- Nada justifica lo que sucede en la Secretaría de Salud. Nada. Ninguna aspiración política o medida administrativa, de crisis gubernamental, revisión financiera, reajuste, relevo institucional o alguna de las maravillosas ideas megarevolucionarias de mi Virrey favorito. Nada. La crisis que empezó mi queridísimo Señor de las Cartas y que hoy se consolida en el virreinato, no tiene perdón de Dios, como dice mi entrañable Lupe.

Dan hartas ganas de llorar. La disputa aquí no es por bienes muebles e inmuebles. No hablamos de cargos públicos o de elecciones, se trata de la vida, de la salud de miles de personas que, a falta de recursos suficientes para cubrir los carísimos honorarios de los médicos particulares o bien, por estar al margen de la seguridad social del IMSS o del ISSSTE (tampoco se pierden de gran cosa), se ven obligados a buscar los servicios de las unidades de la Secretaría de Salud.

Lo que ocurre al interior de esos nosocomios y centros de salud donde la plantilla laboral representa uno de los costos más altos al erario público, Pareciera crimen de lessa humanidad –aunque parezca exagerado-, donde los derechos humanos brillan por su ausencia y donde, paradójicamente, deberían anclarse de manera permanente.

No puede ser que hayan pasado tantos días, tantas semanas, después de haberse evidenciado tantas y tantas irregularidades, y que ni un solo personaje de la Comisión de Derechos Humanos se haya presentado a los nosocomios a exigir cuentas. La crisis obliga por igual a la intervención, exhorto, llamado o como quieran llamarle, del Congreso del Estado.

Imposible tapar el sol con un dedo. Imposible hacer oídos sordos a los cientos, miles de reclamos; me queda claro que cuando la insensibilidad llega a esos niveles, todo vale un comino. Sucede que las autoridades dejaron de sentir, de compartir, guardaron la solidaridad y sellaron la caja; hicieron basura del respeto a las garantías más básicas, dejaron su esencia humana, la tiraron en el cajón de las prioridades y hoy vemos los resultados.

¿Qué hace falta, qué muera alguien? Don Dinero debe dejarse de andar papaloteando por todos los eventos posibles y largar ya su frasesita aburrida de que está haciendo un “diagnóstico exhaustivo de las finanzas de Michoacán”, y mejor ponerse a trabajar. Ya chole mi buen, ya pasaron más de dos meses.

Mi Virrey favorito, con todo respeto, pero debe abocarse a lo que lo mandaron y dejar lo demás de lado. Su bunker parece todo menos una comisión dedicada a restablecer el orden y la paz social en el Estado. No es regaño, saben que lo adoro, pero espero su ultramegafuerza para que le haga manita de puerco al recomendado de Videgaray y que libere ya los recursos que hacen falta para surtir de medicamentos, insumos y todo lo que haga falta en todos los centros de salud y hospitales michoacanos.

Les voy a presentar a mi doctor favoritísimo del mundo mundial, Alejandro Rodríguez Mora, a ver si a él le creen cuando dice que la mejor inversión que cualquier persona o gobierno puede hacer, es en la salud. Si son inteligentes, si lo piensan bien, hasta políticamente hablando les conviene atender el problema.

Sé que Salvador Jara Guerrero no lo pidió. Creo, como muchos, que quedó en medio de algo que nunca pasó por su mente, pero también creo que está ante la mejor oportunidad de hacer algo por alguien, por muchos.

No puede resolver la crisis económica y política que cursa Michoacán. No puede borrar de golpe la pésima imagen que insisten en crearle al Estado, tampoco trae varita mágica para crear los empleos que hacen falta, pero sí puede obligar a que se dignifique este servicio, para eso es el jefe, constitucionalmente hablando, y puede mandar que se haga lo que se tiene qué hacer.

Si gastaron en una quincena extra para los maestros, que significan el mayor gasto presupuestal del gobierno y con el peor resultado posible, léase la más mala inversión habida y por haber, perfectamente pueden cubrir ésta que es una de las necesidades más apremiantes.

Fajarse no es fácil. Obliga a una verdadera purga de toda la dependencia. TODA. Amerita una profunda concientización del personal, de tal forma que a la par de los dineros, curse el trato respetuoso que todos merecemos en cualquier orden de la vida.

La gente está también hasta el cansancio de los gritos, regaños y malas caras de los trabajadores de la salud y si no me creen, dense una vueltecita al Hospital de la Mujer, ¡por Dios!, el hombre que atiende en ventanilla, además de pasarse las horas platicando con la novia, a la que pasa al cuartito de los secretos, debe de ser huérfano por la forma en cómo responde cada cuestionamiento de la gente que tiene la mala fortuna de llegar ahí.

¿Quiere más? Visite el área de baños, suciedad por doquier, las llaves del agua están canceladas, sólo funciona una. No hay jabón ni papel sanitario, pero las chicas que hacen el aseo, cuando van a comer, salen con gruesos fajos de servilletas sanitarias junto con sus topercillos de comida.

¿Le sigo?

La puerta principal del Hospital de la Mujer se cierre pasaditas las cinco de la tarde, ¿sabe por qué? Porque es la hora que la trabajadora del aseo trapea el lugar y no quiere que nadie le vuelva a pisar y ensuciar esa zona. De pena ajena también, el cartel que pone, lleno de faltas de ortografía donde prohíbe el paso y pide ¿¡respeto?!

Las que van de gane son las farmacias ubicadas en las inmediaciones de estos hospitales, (y lo aceptó hasta con pena ajena una empleada de uno de esos comercios). La gente está obligada a comprar ahí todo lo que ocupan sus familiares hospitalizados: gasas, aspirinas, jeringas, y hasta aparatos médicos especiales de uso básico. No se diga los medicamentos de alta especialidad, como los oncológicos.

Y aunque salieron a tratar de desmentirse (primero giran oficios y luego dicen que no es cierto), con lo más recientemente ocurrido en el Hospital Infantil, es claro que los nosocomios no están en condiciones de cubrir la carga quirúrgica; si bien les va, atienden, y a veces bastante tiempo después, las urgencias médicas.

LO ÚLTIMO

Dice la Lupe que cuando hablo de depuración, ésta debe de abarcar todas las áreas. Por favor Virgencita que ya saquen las manos del área de prensa y permitan que gente de trato decente y bien preparada la atienda.

LO ÚLTIMO ÚLTIMO

Los amigos, los verdaderos, no hacen daño y es lo que ocurre en el área de Comunicación Social del Gobierno estatal. A veces, más que los titulares, son los amigos recomendados los que deben de tomar la decisión de dar las gracias, sobre todo cuando en lugar de ayudar, estorban.

LO ÚLTIMO ÚLTIMO ÚLTIMO

La orden de aprehensión contra la alcaldesa de Pátzcuaro. Me siento confundida, ¿por qué a unos sí les dictan los arrestos y a otros no? Videos son videos.

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