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El hombre del Presidente va por Michoacán / Gonzalo Gabriel Estrada

El autor es licenciado en Derecho, especialista en Derecho Agrario; Maestro en Ciencias en Desarrollo Rural Regional; Maestro en Derecho Ambiental y de la Sostenibilidad; Diplomado en la Unión Europea
El autor es licenciado en Derecho, especialista en Derecho Agrario; Maestro en Ciencias en Desarrollo Rural Regional; Maestro en Derecho Ambiental y de la Sostenibilidad; Diplomado en la Unión Europea

Ahora vendrán las críticas de que si hemos regresado a las figuras de las prefecturas del porfiriato o a la imposición de Gobernadores alternos, pero eso será cosa menor si se logra recuperar la paz que anhelamos la mayoría de los michoacanos. Así sea.

México, D.F., 16 de enero de 2014-. No cabe la menor duda. El hombre del Presidente Peña Nieto, Alfredo Castillo Cervantes va Comisionado con amplísimas atribuciones y facultades a rescatar a Michoacán. Y va por partida doble: Seguridad y Desarrollo Integral. Todas las dependencias federales aún las de seguridad y fuerzas armadas bajo su mando.

No es cosa menor esta comisión que el Presidente le ha conferido a Castillo Cervantes. Pues ahora tendrá que lidiar e identificar cientos de intereses particulares y de grupos de toda índole.

En esa decisión presidencial emitida a través de un decreto debe haber habido entre medias un hartazgo del titular del ejecutivo federal. Dejó correr un año y cientos de declaraciones aun de sus secretarios de Estado de que Michoacán estaba rescatado, pero la realidad es otra muy distinta.

El hartazgo debe ser también con la “clase política” del estado que se ha beneficiado del caos y aún participado directamente en algunos casos para generarlo, traicionando al pueblo de Michoacán.

Los poderes legislativo y ejecutivo de Michoacán han caído en un letargo total. Un inmovilismo insultante que agravia a la sociedad entera. Por ello el golpe en la mesa del despacho presidencial y el decreto que crea esa Comisión.

Si no se resuelve en mediano plazo la situación de Michoacán se corre el riesgo de seguir ahuyentado las posibles inversiones privadas aun en todo el país, con o sin reformas estructurales.

La debilidad institucional a que alude el decreto es un eufemismo que la realidad nos muestra que podemos interpretarlo de mil maneras. Impunidad, pobreza, corrupción y muerte pueden ser cuatro de los principales sinónimos de esa alusión. Es triste reconocerlo, pero así es.

Cuál es el costo social en el camino del rescate y restablecimiento de las garantías de seguridad y paz, no lo sabemos aún. El reto es enorme para Castillo Cervantes, aun contando con todo el aval presidencial pues ha sido el hombre del Presidente que le ha “sacado las castañas del fuego” cuando Peña Nieto el político se ha visto envuelto en crisis por asuntos de corte criminal en el ejercicio de su mandato como Gobernador del Estado de México.

Ahora resta ver quiénes acompañarán a Castillo Cervantes en esta Comisión para el desarrollo de su trabajo. Espero fervientemente que pueda rodearse de hombres y mujeres michoacanos que no tengan ligas partidistas y estén preparados técnica y administrativamente para lograr el mandato presidencial de seguridad y desarrollo integral en Michoacán.

Tengo mis temores pues la mal llamada clase política del estado se afila ya las uñas para la sucesión de la gubernatura en 2015. Que de golpes de estado, interinatos y elecciones extraordinarias ellos saben mucho.

Bien por el Presidente Peña Nieto que aunque se ha dilatado un poco retoma la agenda de Michoacán. Ahora vendrán las críticas de que si hemos regresado a las figuras de las prefecturas del porfiriato o a la imposición de Gobernadores alternos, pero eso será cosa menor si se logra recuperar la paz que anhelamos la mayoría de los michoacanos. Así sea.

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