El Modelo Educativo en Michoacán / Horacio Erik Avilés Martínez
No cabe duda que las acciones violentas de la CNTE siguen siendo repudiables, ya que nos encontramos una vez más siendo los ciudadanos víctimas de toda clase de medidas de presión que sin importar pisotear los derechos de terceros están realizando sus militantes por instrucciones verticales e incuestionables de sus cabecillas
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Morelia, Michoacán, 25 de julio de 2016.- En esta semana, a pesar de que las vacaciones del Ciclo Escolar 2015-2016 iniciaron formalmente, las acciones de las cúpulas de la CNTE, a través de su brazo armado, el movimiento normalista, han continuado en aras de continuar presionando al gobierno y a la sociedad michoacana para continuar en su insaciable búsqueda de recursos. No cabe duda que las acciones violentas de la CNTE siguen siendo repudiables, ya que nos encontramos una vez más siendo los ciudadanos víctimas de toda clase de medidas de presión que sin importar pisotear los derechos de terceros están realizando los militantes de la CNTE por instrucciones verticales e incuestionables de sus cabecillas, que en total pragmatismo no muestran respeto a la propiedad privada, al libre tránsito, al Estado de Derecho ni a la educación pública de los michoacanos.
En cuanto a las banderas públicas que enarbolan la disidencia del sindicalismo magisterial, que a dicho suyo justifica la postura recalcitrante de la CNTE, éstas continúan contradichas por su propio hiperpragmatismo político, entendido éste como la reiterada disposición de ejecutar cualquier acción y aprovechar todo tipo de medio para acceder al poder y control de los recursos de nuestro sistema educativo, sin importar en lo más mínimo que éstos sean del pueblo.
Especialmente, la CNTE insiste en usar el término de reforma educativa para justificar sus acciones ilegales y violentas, pero su sofisma es fallido, ya que no es una reforma, sino es la ley vigente; por ende, están transgrediendo la ley y buscando su abrogación, sin que tengan contrapropuesta alguna o alternativa que se les conozca. De facto, están pugnando para que el sistema educativo nacional retroceda un cuarto de siglo.
Como consecuencia de las acciones recientes de la CNTE, hubo una vez más días perdidos de clases en este ciclo escolar recién fenecidos en Michoacán. Baste tomarse en cuenta de que el pasado 16 de mayo estalló un paro indefinido de labores en la entidad convocado por los comisionados sindicales que encabezan la Sección XVIII de la CNTE, el cual afectó a un total de cincuenta días de clases en total, en los que hubo un porcentaje variable de escuelas en paro, día a día. Asimismo, hubo al menos quince acciones perpetradas durante el ciclo escolar por la facción autodenominada democrática, las cuales lesionaron la continuidad del proceso de enseñanza –aprendizaje, estando impune hasta este momento tal atropello.
Lamentablemente, hasta el momento la opinión pública estatal no cuenta con información precisa de cuántos días efectivos de clase se dieron a los niños. Los datos duros los debió haber recabado día a día Secretaría de Educación en el Estado, que es a quien corresponde documentar y posteriormente informar debidamente sobre cuántos días de clase hubo en este ciclo escolar, grupo por grupo, escuela por escuela, transparentando cifras a la opinión pública. Lo que sí podemos afirmar es que durante el Ciclo Escolar 2015-2016, al menos sesenta y cinco de los doscientos días de clase sufrieron afectaciones en la entidad, debido a las reiteradas convocatorias a realizar protestas y paros, que son del dominio público. Si bien hay disenso de cifras al respecto entre la SEE y la CNTE, este es natural, ya que la autoridad está juramentada a cumplir y hacer cumplir la ley, mientras que las cúpulas de la CNTE están siempre dispuestas y ávidas a alardear el mayor poder de boicot posible, lo cual en el pasado les permitió el acceso a recursos, por lo cual se debe de transparentar y difundir cuántos y cuáles días hubo clases en cada aula de Michoacán, ya que es información que permitirá a los padres de familia analizar y decidir respecto a la permanencia de sus vástagos en una escuela dada, respecto a otra equidistante de sus hogares respectivos.
En medio de estas circunstancias irregulares padecidas en la entidad, resulta especialmente esperanzador el nuevo modelo educativo que recientemente presentó el titular de la SEP. Es una respuesta seria y contundente a las peticiones y exigencias de la sociedad mexicana, especialmente de parte de maestros, académicos, investigadores y organizaciones de la sociedad civil, que desde hace años hemos propuesto que se llegase al quid de la materia. Ahora resta que se analice y se proponga al respecto, que todos los actores del sistema educativo se apropien del mismo y se contemple de aquí en adelante al modelo educativo nacional como dialógico y en constante evolución, ya que las necesidades cambiantes de la vida contemporánea en el país y en el orbe así lo demandan.
Es innegable que la actual propuesta de la SEP debió haber acompañado las modificaciones en materia legislativa que se dieron entre 2012 y 2013, por lo que el modelo educativo nacional debió haber visto la luz hace un par de años por lo menos, con lo que se hubieran evitado muchas calumnias, ataques y contratiempos en contra de la implementación debida de la reforma educativa. Se hubiera evitado la polarización en el tema y se hubiera podido avanzar. En cuanto a lo positivo, el formato responde a las necesidades y a las inquietudes expresadas no sólo por la disidencia magisterial sino por otros sectores sociales que ponían en entredicho el contenido de la reforma, por lo que resta completar colectivamente el llenado del modelo para que especialmente tenga la capacidad de formar a los maestros que requiere nuestra nación y brindarles las mejores condiciones para que esta transformación educativa sea una realidad en todas las escuelas nacionales.
Especialmente, el modelo tiene capacidad de adaptación ante las necesidades actuales de México y toma en cuenta propuestas de diversos actores para afinar el modelo educativo, destacó especialmente la flexibilidad, pues docentes, padres de familia y estudiantes tendrán opciones para elegir contenidos curriculares acordes a las necesidades y aspiraciones específicas de cada entidad federativa.
Esperemos que la actitud de privilegiar el diálogo, la discusión, el análisis y contraste de ideas hasta alcanzar acuerdos prevalezcan con este modelo educativo y se pueda adaptar flexiblemente para generar la transformación educativa que requiere Michoacán, para que las acciones cometidas por la CNTE, así como la dilación en la presentación del modelo educativo queden atrás como experiencias que deben dar paso a una sociedad involucrada en la construcción sistémica de un mejor sistema educativo estatal en particular.
Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles