El producto de gallina

Morelia, Michoacán, 21 de julio de 2025.- En nuestro hermoso estado todo el mundo se la pela a todo el mundo sea quien sea y tenga el puesto que tenga; lo triste del caso es de que cuando se necesite los tenga en su lugar y se faje como los buenos, se viene a descubrir que todo son palabras y más palabras, quedando nuestro estado como un vulgar lenguón.

En esta entidad Purépecha, un reducido grupo de personas se zurra en el resto, pero pocos hay que protestan fuertemente. Hasta para exigir la cosa más pequeña se nota la falta de valor civil. Y quien de manera sistemática reclama lo que son legítimos derechos, entonces resulta ser un señor don berrinches que queda en calidad de apestado por que los demás no son capaces de reclamar y exigir lo que les corresponde. O sea, los papeles se invierten. ¡Es el colmo!, de ello, resulta que la mayoría que no tiene razón la tiene, y la minoría que si la tiene queda reducida a ser un grupo de quisquillosos.

Pero ello es así porque el verbo que se conjuga todos los días en nuestras reuniones, es ese de:

Yo hago lo que me da mi regalada gana.

Tú haces lo que te da tu regalada gana:

El hace lo que le da su regalada gana.

Nosotros hacemos lo que nos da nuestra regalada gana.

Vosotros hacéis lo que os da la regalada gana.

Ellos hacen lo que les da su regalada gana..

Y si todo el mundo piensa y actúa de la misma forma, entonces todo tiene que volverse un juego y rejuego egoísta de intereses y conveniencias lo cual nulifica totalmente esa bravura que a nombre de todos, entona el Juan Colorado. Y así es, ni más ni menos.

Pocos dicen públicamente lo que piensan, pero todos se quejan, siendo el conducto propicio el chiste, el cual no hace mella ya a nadie.

Se dice inclusive, que los chistes en contra de los políticos se diseñan dentro de sus propios flamantes edificios de gobierno y de ahí mismo los filtran para que la gente encuentre en contarlos una válvula de escape. ¿ Qué daño puede hacer contar un chiste o reírse del otro?; pero, ¿no acaso se experimenta una sensación de gusto y felicidad cuando a costillas de alguien otro se está burlando de el?. Lo curioso del caso es que el michoacano de copa o de café experimenta gozo cuando puede sobajar a alguien, así sea de palabra, aunque el supuestamente afectado ni siquiera sepa lo que se dice y cuenta de el. Posición está muy cómoda y ruin, porque no hay el producto de gallina necesarios para ello. A sabiendas que el verdadero político ese que a diario menciona la honorabilidad, la igualdad y el respeto, siempre trae la armadura puesta y le vale lo que se diga de el, pues consiente de sus cuentas monetarias, ni caso.

No hay en todo el estado, alguien que no se esté quejando en estos días del alza en el costo de la vida. “¡Chinga, todo esta tan caro!”, “hoy amaneció el aguacate más caro que en cualquier parte del mundo y eso que somos los mejores productores de la tierra,  la leche condensada con aumento de precio que es una barbaridad!” y otras expresiones del mismo tipo y del mismo sabor se escuchan por todos lados; pero ¿Quién toma la iniciativa para organizar una protesta general?; nadie. Y si alguien lo hace, poco le faltaría para quedarse solo. Así con este pueblo carente de valor civil y de producto de gallina, no se va a ningún lado.

En verdad que ser un líder en nuestra amada tierra, un apóstol o un ministro de culto, pero lo que es en realidad ser un ministro de culto, no un farsante, es un acto heroico que corre un gran riesgo, porque se expone a la represión gubernamental por un lado y por otro a recibir una volteada de espalda de los mismos por quienes están luchando. Se necesita tener un gran amor por el pueblo, un alto sentido de lo que es la entrega para bien de los demás para hacer algo por él, ya que no es capaz siquiera de seguir, apoyar y estimular a sus líderes.

En nuestro estado y el resto del país se cumple al pie de la letra eso de “Metete de redentor y saldrás crucificado”.