Juan Gabriel: ¿El divo de Juárez o el Primo de Tierra Caliente?
Hablar de Juan Gabriel en este momento es algo de moda, sin lugar a dudas cualquiera buscaría en sacar un beneficio de él, lo lamentable es que como michoacanos nunca pudimos hacerlo nuestro, a pesar de que sus raíces nacieron en la tierra caliente, lugar que siempre reconoció como su hogar
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Ciudad de México, 31 de agosto de 2016.- Desde el pasado domingo 28 de agosto, el dolor de los mexicanos, principalmente los michoacanos aumentó considerablemente. Y es que no basta con resentir la crisis económica, los bloqueos y quema de vehículos, sino que ahora tendría que apagarse una luminaria, había muerto Alberto Aguilera, mejor conocido como Juan Gabriel.
De inmediato, por las redes sociales, se vino una avalancha de noticias que anunciaban el deceso del oriundo de Parácuaro, Michoacán, no sin antes, crear en los perfiles de millones de personas, entre ellos, incluso el Presidente Barack Obama, muestras de reconocimiento a su trayectoria musical y humana, tras las más de 500 canciones compuestas durante sus años de carrera musical.
Y es que a principios del 2016, luego de una serie de escándalos por temas fiscales, que suman multas millonarias, el también conocido como “Divo de Juárez”, se aventuró a presentar una nueva producción, incluso con temas de bandas legendarias, como Creedence, generando con ello críticas encontradas.
Recuerdo la madrugada del 22 de marzo del 2004, la primera ocasión que tuve la fortuna de ver un concierto de Juan Gabriel, el escenario el Zócalo de la Ciudad de México, una experiencia sin palabras para describirla, ya que ante un lleno total, todas las personas ahí presentes, desde trajeados, policías, barrenderos, incluso niños, no dejaron de corear sus canciones, a pesar del frío inusual que se puede registrar en una entrada a la época de primavera.
Para el 2012, previo a la debacle del gobierno de Fausto Vallejo Figueroa, el ex Presidente de México, Vicente Fox Quesada, organizó en el mes de junio una “Semana Cultural de Michoacán”, en su hacienda ubicada en tierras guanajuatenses.
En esa ocasión, los invitados eran la clase política, representantes de medios de comunicación, empresarios y uno que otro mortal como yo, que a pesar de mi encomienda periodística, sin pensarlo dos veces, acepté realizar la cobertura de este evento.
Más de cuatro horas fueron de concierto, en medio de elogios a Vicente Fox, a pesar que previo a su triunfo en el 2000, el mismo Juan Gabriel grabó una canción promocional a su contrincante Priista Francisco Labastida, provocándole seis años de denuncias de la Secretaría de Hacienda, por evasión fiscal.
Al otro día, en medio del glamour de los invitados, los representantes de los medios de comunicación tuvimos la fortuna de acompañar a “JuanGa” a un recorrido por los stands de artesanías; en ese lugar pude tomarme una fotografía y decirle lo siguiente: “Mi madre María del Carmen Torres de la Rosa, nacida en Apatzingán, Michoacán, le manda un saludo”, a lo que me contestó: “Muchas gracias paisano” y después agarró su abanico, amarró su estola de seda, tomó la mano de Martha Sahagún y siguió su recorrido entre los puestos artesanales.
Hablar de Juan Gabriel en este momento es algo de moda, sin lugar a dudas cualquiera buscaría en sacar un beneficio de él, lo lamentable es que como michoacanos nunca pudimos hacerlo nuestro, a pesar de que sus raíces nacieron en la tierra caliente, lugar que siempre reconoció como su hogar, pero que lamentablemente quedó opacado ante el nombre de Ciudad Juárez, que incluso llamó “El número Uno, el Number One”.
A horas de que se decida su último itinerario, en medio de la negativa de sus familiares a que sus restos vayan a Michoacán, que el empresario Jorge Vergara se negara a cancelar un concierto programado para estos días, incluso que autoridades del gobierno purépecha que encabeza Silvano Aureoles Conejo anunciaran un concierto tributo, el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, será el recinto donde miles de mexicanos, podrán darle el último adiós.
Descansa en paz Juan Gabriel, ya que: “Hasta que te conocí, pude conocer el amor eterno, bailar el Noa Noa, aunque No tengo Dinero”…