La insoportable levedad partidaria / Teodoro Barajas Rodríguez
El próximo año se efectuarán elecciones, los cálculos se hacen y varían con frecuencia porque en política nada es exacto, los escándalos se suscitan frecuentemente para coyunturalmente inclinar la balanza; ya no se diseñan nuevas estrategias con las propuestas, no, ahora se está a la expectativa de nuevos videos, audios y ese tipo de recursos
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Morelia, Michoacán, 02 de agosto de 2014.- El próximo año se efectuarán elecciones, los cálculos se hacen y varían con frecuencia porque en política nada es exacto, los escándalos se suscitan frecuentemente para coyunturalmente inclinar la balanza. Ya no se diseñan nuevas estrategias con las propuestas, no, ahora se está a la expectativa de nuevos videos, audios y ese tipo de recursos que tengan utilidad para descarrilar a los oponentes.
En Michoacán no son pocos los priistas que se han quejado, en cualquier sitio, menos en medios de comunicación, de la suerte que han tenido algunos de sus compañeros de partido que están tras las rejas o evidenciados por presuntos actos corruptos.
Es probable que la videoteca del crimen organizado toque a exponentes de otras fuerzas políticas para completar el cuadro porque la fuerza corruptora del hampa ha tenido largos alcances, nadie se vacunó contra esos efectos tan publicitados en los últimos años.
Lo que sí es cierto es que el deterioro de las organizaciones políticas es inocultable, infectados de corrupción, anclados en su propia incongruencia están a la espera de los comicios en los que se perfilan desde ahora, principalmente en Michoacán, una guerra mediática plagada de sombras, imputaciones dolosas, más pleito de callejón por encima de propuestas.
Aunque resulta más cínico que nadie reconozca su parte de responsabilidad en la crisis de Michoacán, la moda es ir contra la familia Vallejo por los últimos descubrimientos en que se involucra a Rodrigo Vallejo en un video junto al individuo conocido como La Tuta. Penoso asunto en el que debe aplicarse la ley como corresponda.
No obstante, la deuda multimillonaria comenzó a evidenciarse desde la gestión gubernamental de Lázaro Cárdenas Batel, creció en grado superlativo en la de Leonel Godoy Rangel y actualmente la herencia de Fausto Vallejo nos sitúa como una entidad devastada. El común denominador es que no pasa nada, me refiero no se fincan responsabilidades, existe una deuda de más de 25 mil millones de pesos, dato que impresiona. Muchos empleados no cobran sus quincenas, en algunas oficinas no hay dinero ni para el café ni papelería.
Pero los partidos políticos vía sus dirigentes o voceros se lanzan temiblemente contra sus antagonistas, a quienes descubren los peores vicios de la antidemocracia, el más oscuro accionar y la más inepta de las gestiones en el poder. Tales señalamientos las hacen todos contra todos, razones les asisten como también una monumental hipocresía porque nadie mira hacia dentro, han cercenado la autocrítica.
En la próxima jornada electoral habrá más partidos políticos, nueva burocracia pagada con nuestro dinero, ello no significa que haya más calidad, todo parece indicar que será más de lo mismo. Al tiempo
