Editoriales

Lázaro Cárdenas / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

El 21 de mayo de 1895 nació Lázaro Cárdenas del Río, hombre de su tiempo que haría praxis muchos de los postulados revolucionarios, fue estadista, supo mirar más allá de las coyunturas además de forjar una presencia destacada de México en las tribunas internacionales

Morelia, Michoacán, 22 de mayo de 2016.- El 21 de mayo de 1895 nació Lázaro Cárdenas del Río, hombre de su tiempo que haría praxis muchos de los postulados revolucionarios, fue estadista, supo mirar más allá de las coyunturas además de forjar una presencia destacada de México en las tribunas internacionales.

La visión del general Lázaro Cárdenas dejó sus frutos, expropió el petróleo, nacionalizó los ferrocarriles, fundó al Instituto Politécnico Nacional, y fue cercano a las causas progresistas.

Nuestro tiempo es diferente por muchas razones, y sinrazones, a lo que vivió el militar y político originario de Jiquilpan, hay partidos que se lo quieren apropiar porque no entienden que la trascendencia cardenista está más allá de unas siglas. En las últimas décadas México se perfiló por la ruta trazada desde el exterior para ser parte del engranaje neoliberal, el apogeo de ese sistema generador de más parias se tradujo en la venta indiscriminada de empresas paraestatales, se orquestó una gran venta de garaje.

Los dogmáticos presidentes neoliberales remataron Teléfonos de México, vendieron los bancos a una cauda de ambiciosos y corruptos que no tenían idea de lo que adquirieron hasta hacerlos quebrar para dar paso al Fobaproa, la inmoral deuda privada trasmutó a pública.

La reforma energética que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto modificó el estatus de Petróleos de México, tenemos un régimen entreguista, sin gallardía, que presume ante la opinión pública internacional la violación sistemática de los derechos humanos.

El general Lázaro Cárdenas fue un líder con  gran capacidad de convocatoria, fue solidario con los republicanos españoles, recibió a los niños víctimas de la guerra civil, desconoció a Francisco Franco; por aquellos tiempos nuestro país abrió las puertas a los perseguidos políticos como León Trotsky que escapaba de la sombra amenazante del tirano Stalin desde la antigua Unión Soviética.

Con el arribo de Cárdenas del Río se abatió el maximato que encabezara su antiguo jefe Plutarco Elías Calles, una vez finiquitado tal asunto se asentó en nuestro país el presidencialismo con toda su fuerza y vigor, invocando a José Ortega y Gasset repetiríamos la expresión usada por el filósofo español: Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo» (Meditaciones del Quijote, 1914).

Actualmente los actores políticos deambulan huérfanos de ideología, la liturgia del poder en nuestro país se modificó, no se cuidan las formas, la ignorancia ocupó el sitio de la inteligencia, la clase política, mayoritariamente, desconoce la historia porque sólo van por elecciones para repartir y compartir las bondades del poder, los trozos de impunidad.

En el siglo XX el general Cárdenas supo cincelar otro país en el que la apertura abrió los cauces para que transitara el reparto agrario, la educación socialista y muchos desposeídos alcanzaran el ideal zapatista de que la tierra sería para quien la trabajara.

Lázaro Cárdenas tiene su sitial en nuestra historia, fue un hombre de estado.

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