Limón templario / Yadhira Y. Tamayo Herrera
Los especuladores, son esas personas que no son los productores de la tierra, sino los que le compran a ellos y se dedican a tratar de vender lo más caro posible para ganar más dinero. Desgracias como la gripe aviar, el AH1N1, el mal clima, las plagas y otros, son pretextos perfectos para dar más caro cualquier producto.
México, D.F., 28 de marzo de 2014.- En un domingo de tianguis en la Ciudad de México:
-¡74 pesos el limón señor! ¿porqué tan caro?
–Es que es limón templario marchanta.
Especular es, según la Real Academia de la Lengua Española “efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios”. Los especuladores, son esas personas que no son los productores de la tierra, sino los que le compran a ellos y se dedican a tratar de vender lo más caro posible para ganar más dinero. Desgracias como la gripe aviar, el AH1N1, el mal clima, las plagas y hasta los moches que a manera de extorsión pide la delincuencia organizada, son pretextos perfectos para dar más caro cualquier producto.
No, en este caso, la explicación oficial del incremento del precio del limón no provenía de extorsiones a los limoneros por parte de los malosos. El desproporcionado aumento en el precio del limón fue a causa de las potentes lluvias de finales de 2013 que afectaron la producción de limones en Michoacán y Oaxaca así como la plaga llamada “Dragón Amarillo” que golpeó a los productores de Colima.
El año pasado, el presidente del Sistema Producto Limón Mexicano de Michoacán, Sergio Ramírez Castañeda dijo que México ocupaba primer lugar mundial en producción de limón con una superficie de 550 mil hectáreas; siendo el valle de Apatzingán el principal centro citrícola del país. Tan importante es la producción del limón michoacano, dijo, que cada año se suman más hectáreas para el limón, desplazando otros tipos de cultivo. En esa región el cultivo de limón ocupa 22 mil trabajadores, 16 mil sólo para su cosecha. ¿Qué cambios acarreó esta crisis limonera en esa región? Aún está por verse.
Una nota del periódico El Universal de fecha 11 de febrero de este año, narra que los templarios ponían el precio al limón tanto para consumo interno como para exportar y que cobraban de “cuota” de 10 centavos por cada kilo o una cuota general que iba de los 30 mil a los 60 mil pesos por productor. Dice este diario, que con la entrada de los autodefensas a esas ciudades limoneras, los productores pondrían ahora sí, sus propios precios después de muchos años. El año pasado se produjeron 18 mil toneladas de limón en todo Michoacán. Saque usted sus cuentas.
En Zamora, Ixtlán, Jacona, Ecuandureo, Vista Hermosa, Tangancícuaro y poblaciones aledañas amamos las papas con chile y limón y verdaderamente los michoacanos ¡le ponemos limón a toda nuestra comida! Lo usamos como remedio para la tos, la diarrea, las lombrices, para las pecas de la cara; lo usamos de fijador para el pelo, repelente de insectos, desodorante, para no llorar cuando picamos cebolla, para desinfectar cortadas y rasguños y un etcétera larguísimo al que usted sin duda, podría abonar bastante.
Este martes 25 de marzo el Secretario de Desarrollo Rural de Michoacán, Ramón Cano, dijo que los productores de limón de Apatzingán, bajarán a 12 pesos el kilo de limón para que se venda al menudeo a 20 pesos el kilo. Comercializarán 2,300 toneladas a ese precio. Con estas medidas buscan estabilizar los precios del limón y contrarrestar a los especuladores, mientras los demás estados que producen limón se estabilizan. Esta es una buena noticia, esperemos ya podamos hacer unas buenas aguas de limón con chía para este calor primaveral que entra con ganas.
