Los medios hoy / 20 años de complot

Han pasado 20 años. Más que columna, este es un muy breve (brevísimo) análisis del libro “El tiempo pasa, de Lomas Taurinas a Los Pinos”, escrito por el fallecido periodista, J. Jesús Blancornelas, el primer periodista serio que siempre sostuvo la versión del asesino solitario en el homicidio de Luis Donaldo Colosio

Morelia, Michoacán, 24 de marzo de 2014.- Han pasado 20 años.

Más que columna, este es un muy breve (brevísimo) análisis del libro “El tiempo pasa, de Lomas Taurinas a Los Pinos”, escrito por el fallecido periodista y fundador del semanario ZETA de Tijuana, J. Jesús Blancornelas, hombre a quien el crimen organizado no pudo asesinar (no así el cáncer), quien denunció públicamente a los asesinos del periodista Félix Miranda (el Gato Félix) y que, entre otras cosas, se convirtió en el primer periodista serio que siempre sostuvo la versión del asesino solitario en el homicidio de Luis Donaldo Colosio.

Mientras otros insistían y persistían con “suposiciones”, con rumores, con leyendas, con cualquier cosa que no fuera metodológicamente científica, Blancornelas se convertía en el primer periodista que entrevistó a Mario Aburto.

¿Alguien sabe cuál es la primera pregunta que Blancornelas le hace a Aburto? Ya en la prisión de Almoloya (hoy el Altiplano), el autor del libro enseña al asesino confeso una fotografía del propio Mario Aburto segundos después de ser capturado en Lomas Taurinas y pregunta: “¿Eres tú el de esta fotografía?” Mario Aburto consternado responde un tanto extrañado: “claro que sí, quién más”.

La intención de Blancornelas era obvia y al mismo tiempo inteligente: disipar antes que nada la primera duda de que quien estaba en esa prisión era el mismo que había disparado la vieja Taurus calibre 38 especial, que apenas si estaba abastecida con cuatro tiros igualmente viejos y hasta con óxido.

La entrevista íntegra aparece en el libro, lo mismo que las pruebas periciales y TODO, ABSOLUTAMENTE TODO tipo de respuesta a todas las dudas que por dos décadas han alimentado el morbo y la incertidumbre en torno al asesinato del candidato priísta, incluso el chafísima libro “El segundo disparo” del periodista Eduardo Valle, también conocido como El Búho.

En este libro se responde a las clásicas interrogantes del segundo disparo, del giro de 90 grados, del por qué el orificio del cráneo es más grande que el del costado, de los distintos aburtos, de lo que el asesino confeso dice en las grabaciones que luego se filtran en La Jornada. El autor no deja dudas ni si quiera para explicar por qué la marginal colonia Lomas Taurinas cambió su imagen.

Para J. Jesús Blancornelas no hay manera de sobornar al FBI ni a la Policía Científica española, que igualmente participaron en la investigación y peritajes; no hay manera de evitar que un gobierno distinto al PRI terminara investigando el crimen y llamara a cuentas a los involucrados. Ni Fox ni Calderón tomaron cartas en el asunto ¿o también los sobornaron?

Para quienes están interesados en este tema, El tiempo pasa, de Lomas Taurinas a Los Pinos ES UN LIBRO QUE POR NINGÚN MOTIVO PUEDE EVADIRSE. Si lo leen, les puedo garantizar que su óptima en torno a este crimen no será la misma.

¿Que por qué siguen las indagatorias, las dudas y comentarios sobre el magnicidio? La respuesta es simple: mientras políticamente (y periodísticamente) sea redituable la versión del COMPLOT, del Salinas asesino o que el crimen se gestó “desde las más altas esferas del poder”, seguiremos año con año escuchando más comentarios, más dudas y más interrogantes para un caso que realmente ya está cerrado.

MÁS ASESINATOS

No menos doloroso es el asesinato de alcaldes michoacanos; no se termina un año de la ejecución del presidente municipal de Santa Ana Maya cuando el sábado es asesinado el munícipe de Tanhuato Gustavo Garibay.

Apenas unos días antes, el frustrado alcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, señalaba algo que pone los pelos de punta: “Es imposible decir no a los templarios” y yo me pregunto: ¿entonces para qué carambas aceptan el reto de lanzarse a un cargo que los obligará a negociar con criminales?

Pues la afirmación de Valencia finalmente lo hace cómplice. Algunos alcaldes irán a la cárcel por omisión, otros, lamentablemente irán a la tumba por negarse, pero la respuesta original quizá no la sepamos jamás, no mientras los criminales sigan libres.

¿TORNADO?

El mismo sábado un tornado sacudió al municipio de Tangancícuaro. Mis amigos lectores dirán que estoy media locadia, pero en uno de mis viajes a Guadalajara yo vi con mis ojitos de capulín un tornado hace como cinco meses, unos 30 minutos antes de llegar a la caseta que desvía a uno hacia La Piedad. No pude grabarlo ni documentarlo, incluso mis compañeros de viaje me tiraron de loca ¡y hasta borracha! (méndigos), por eso cuando supe del tornado de Tangancícuaro no me cayó tan de sorpresa.

Ash, ya mejor me corto porque me pongo chipi.

¡¡BUEN LUNES PARA TOOOOOOOODOOOOOOS!!