Los medios hoy / Poder supremo
Y llegó el Virrey, así han catalogado al todo poderoso Alfredo Castillo, el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán (ah pa´nombrecito tan chispa), quien con poderes supremos, llega de la federación a atender el problema michoacano
Morelia, Michoacán, 17 de enero de 2014.- Y llegó el Virrey, así han catalogado al todo poderoso Alfredo Castillo, el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán (ah pa´nombrecito tan chispa), quien con poderes supremos, llega de la federación a atender el problema michoacano. A mí me parece que no es más que otro mirrey con harto poder, así como para inmiscuirse en asuntos del gobierno del estado a grado tal de remover no solo a delegados federales, ¡sino hasta funcionarios locales! (Ya entiendo la encabritada de mi Faustacho), por esta razón uno se pregunta ¿y dónde quedó el federalismo? Aaaah, ya me acordé (es que tenía rato que no era gobernada por el PRI), el estilo priísta es un federalismo centralista ¿y cómo carajos es esto posible?… pos yo no sé, pero ellos lo han logrado.
Pues una de las primeras gracias del mirrey fue la de acalambrar al secretario de Seguridad Pública, Alberto Reyes Vaca y al procurador local, Marco Vinicio, quien todavía ni calienta sillón cuando… ¡sopas! Ya lo quieren tambalear ¿sabrá este cuate lo difícil que es poner de acuerdo a 40 diputados para nombrar a un procu? No lo creo.
Comienzo a pensar que desde la intervención decidida de las autodefensas y la mano del gobierno federal, ya ha empezado a notarse el repliegue de los “Templucos”. Si antes dije que los resultados se verían en 48-72 horas a partir de la llegada de las fuerzas federales a Michoacán, las cabezas más importantes (desde criminales, policías y políticos coludidos) van a comenzar a rodar en solo unas semanas; creo que la clave es trabajar con los comunitarios, con su información, con el conocimiento que ellos tienen de la gente. Si me equivoco tendré que hacerle como los buenos economistas: la mitad de su vida pronostican cómo se comportará la economía y la otra mitad explicando las razones del por qué no sucedió lo que habían pronosticado.
“SOY EL BUEN PASTOR, Y EL BUEN PASTOR DA SU VIDA POR LAS OVEJAS” (JUAN 10:11).
Ni todos los policías son corruptos, ni todos los políticos son unos puercos; igual sucede con los sacerdotes, no podemos ni debemos medir a todos con el mismo rasero; lo digo porque en últimas fechas me he llevado grata sorpresa con el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, quien ha criticado abiertamente al gobierno federal por fustigar a los policías comunitarios.
No es la única vez que el prelado hace pública su inconformidad ante las erradas políticas del gobierno, también ha denunciado los crímenes y abusos de los Templarios, quienes ya cobran (o cobraban) cuota hasta en las iglesias.
La última de sus expresiones, a través de un comunicado, se dio en un arranque –creo yo- de frustración, tristeza y rabia: “En lugar de buscar a los criminales que dañan a la comunidad, el ejército mexicano, por órdenes superiores, fue a desarmar a las autodefensas de Nueva Italia y Antúnez agrediendo a la gente indefensa con el resultado de tres hombres muertos”.
Por todo lo que ha dicho, acusado y señalado, Patiño Velázquez se convierte en un hombre que, lamentablemente, ahora está marcado por “la maña”, y ni la sotana lo salva de estar condenado a andar por la cuerda floja; sabe que los criminales que amedrentan a sus ovejas han dejado de temer a dios, pues han adoptado a otro ente supremo: la santa muerte, y que tiene a uno de sus fallecidos líderes como su profeta, a quien no dudan en construirle templos en los sitios que dominan, y que los comunitarios destruyen en cada pueblo que reconquistan.
“PORQUE ASÍ DICE EL SEÑOR DIOS: HE AQUÍ, YO MISMO BUSCARÉ MIS OVEJAS Y VELARÉ POR ELLAS” (EZEQUIEL 34:11).
Me parece que la situación por la que pasamos los “michuacas” no da para que ni políticos, policías, o militares anden con poses de simulación y gatopardismo, un alto jerarca de la iglesia católica ha comenzado a poner el ejemplo, lo mismo su superior en Morelia, Alberto Suárez Inda, quien ha tenido el tino de acusar también, de poner el dedo en la llaga, y afortunadamente las palabras de ellos han tenido eco en buena parte de los medios, y por consiguiente, en presión para el gobierno. Eso señores… eso es lo que los sacerdotes están obligados a hacer: dar la vida por sus ovejas ¿podrían los políticos hacer los mismo por favor?… digo ¿acaso es mucho pedir?