Los suspirantes… Trapecistas
Cada vez son más frecuentes los políticos trapecistas, es decir, aquellos que cambian de partido, de principios y de ideología a la primera oportunidad, demostrando que el único proyecto que les importa…, el único proyecto al que le son fieles…, es al propio, al personal
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Morelia, Michoacán, 15 de noviembre de 2017.- Cada vez son más frecuentes los políticos trapecistas, es decir, aquellos que cambian de partido, de principios y de ideología a la primera oportunidad, demostrando que el único proyecto que les importa…, el único proyecto al que le son fieles…, es al propio, al personal.
¿Y cómo no van a pulular los políticos trapecistas?, si desde las más altas esferas los tenemos presentes en el sistema político nacional.
Por ejemplo, dos de los principales referentes de la supuesta izquierda nacional son fieles representantes del trapecismo político.
Estoy hablando de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que después de vivir del PRI por décadas sólo lo abandonó a finales de los 80, porque en el 88 no lo dejaron ser candidato presidencial, y por ello decidió fundar el Frente Democrático Nacional y después el PRD, al cual abandonó cuando le resultó más rentable estar fuera que dentro de él.
Otro ejemplo es el también eterno aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, ex dirigente estatal del PRI en Tabasco, ex dirigente nacional del PRD y ahora dueño nacional del Morena, donde será por tercera vez candidato a la Presidencia de México.
También en la derecha hace aire, y ahí tenemos a Margarita Zavala Gómez del Campo, quien después de haber ocupado dos diputaciones plurinominales y diversas carteras en las filas del PAN, abandonó a dicho partido al no ver cumplidas sus exigencias para ser abanderada presidencial, candidatura que ahora busca por la vía independiente.
En el plano local también tenemos trapecistas, unos más y otros menos conocidos, incluso algunos que hace pocos años nunca imaginábamos ver competir con otros colores en las contiendas políticas.
Por ejemplo, la senadora Luisa María Calderón Hinojosa, que con el PAN fue diputada local, diputada federal y senadora en dos ocasiones, todas por la vía de la representación proporcional, así como dos veces candidata a gobernadora, pero al ver difícil la transición a otra plurinominal ha decidido buscar la diputación federal de mayoría como independiente.
Hablando de independientes, el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, con un largo pasado panista –dos veces diputado local, una vez diputado federal y una vez candidato a diputado local y a alcalde- y un efímero paso por el PRI –partido en el cual militó su abuelo-, de la noche a la mañana también se convirtió en “independiente”, precisamente cuando era obvio que perdería una elección interna en el PAN.
Otro caso es el actual presidente del Congreso del Estado, Miguel Ángel Villegas Soto, quien hoy es panista, pero hace apenas pocos años era fiel militante del PRD, donde formaba parte del Frente Democrático Cardenista (FDC), de Uriel López Paredes, quien a su vez fue dirigente estatal del sol azteca, ex colaborador del equipo de campaña panista a la gubernatura y ahora aspirante “independiente” al Senado.
Lo anterior confirma la regla, el político común y corriente abandona el barco partidista cuando ya no es beneficiario de la franquicia y le tocaría aportar como militante de a pie.
Es entonces que brincan, como los recientes casos del ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel; del diputado federal, Fidel Calderón Torreblanca; del senador Raúl Morón Orozco; del regidor moreliano, Osvaldo Ruiz Ramírez; de la ex diputada Cristina Portillo Ayala; y, hasta del diputado local, Juan Pablo Puebla Arévalo, que dan la espalda al partido que les dio carrera, puestos y riquezas, para seguir el proyecto de López Obrador y el Morena.
En fin, hay muchos más ejemplos de políticos trapecistas en Michoacán, pero para muestra basta un botón.
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