Los suspirantes… Y el debate por Morelia
Si algo me dejó claro el debate entre los candidatos a la alcaldía de Morelia, es que aquellos que estaban renuentes a la realización del mismo le tienen más respeto, o tal vez más miedo, a cierto grupo de comunicadores que al propio Instituto Electoral de Michoacán
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Morelia, Michoacán, 27 de mayo de 2015.- Si algo me dejó claro el debate entre los candidatos a la alcaldía de Morelia, es que aquellos que estaban renuentes a la realización del mismo le tienen más respeto, o tal vez más miedo, a cierto grupo de comunicadores que al propio Instituto Electoral de Michoacán (IEM).
De ser así, lo anterior arroja tanto buenas lecturas como lecturas negativas, ¡señores candidatos!
Salvo eso y algunos detalles técnicos en la transmisión, sobre todo por internet, el ejercicio fue muy interesante, sobre todo porque la gran mayoría de quienes lo vimos o lo escuchamos pudimos conocer por primera vez a algunos de los abanderados de los diferentes partidos políticos a la presidencia municipal de Morelia.
Me parece que los 9 candidatos aprovecharon la oportunidad para exponer aquello que a sus intereses convenía, pues así se los permitió un formato mucho más ágil que aquellos de los debates cuadrados y acartonados a los que nos tienen acostumbrados los órganos electorales.
Hubo cuatro de ellos que dieron mayores muestras de tener interés por debatir, que fueron Jaime Darío Oseguera Méndez, del PRI y del PVEM; Alfonso Martínez Alcázar, ahora como candidato independiente; Ignacio Alvarado Laris, del PAN; y, Alfredo Ramírez Bedolla, del Morena.
Sin que por ello hayan estado necesariamente mal, aquellos que prácticamente sólo acudieron a exponer sus propuestas fueron Raúl Morón Orozco, del PRD; Carlos Río Valencia, del PT y del PES; y, Rafael Núñez Morales, de Nueva Alianza.
Mientras tanto, Getsemaní Solís Mora, de Movimiento Ciudadano, y Vicente Guerrero Torres, del Partido Humanista (PH), se caracterizaron en sus participaciones más por sus reproches a los partidos y a los políticos de siempre, que por sus propuestas.
Al final, los más atacados fueron precisamente aquellos con mayor tiempo y trayectoria en la política, que son Jaime Darío Oseguera y Alfonso Martínez, así como Raúl Morón, aunque este último en menor medida.
Ignacio Alvarado se presentó como el candidato surgido del sector empresarial y que no sólo propone los qués, sino también los cómos, y Alfredo Ramírez fue el más belicoso de todos, tratando de atraer a sus terrenos a los otros, lo que en ciertos sectores puede gustar.
Raúl Morón, Carlos Río y Rafael Núñez lograron expresar con aceptable claridad la mayoría de sus propuestas, en tanto que Getsemaní Solís y Vicente Guerrero no lograron enganchar a los otros en sus temas, sin embargo hicieron lo que pudieron por ponerle sabor al debate y tampoco podría decirse que pasaron inadvertidos.
En fin, un ejercicio interesante, y pese a que considero que no hará variar las tendencias de la elección, considero que fue importante verlos juntos, compararlos, confirmar lo que ya pensábamos de unos y reconsiderar lo que pensábamos de otros. Ojalá sirva de ejemplo para próximas ocasiones a nuestros órganos electorales.
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