Meade y las disputas internas en el PRI (Por: Alejandra Ortega)
El PRI, en la disputa por el poder no es sólo «el Grupo Atlacomulco contra los demás», como muchos piensan. Lo que pasa al interior del tricolor es mucho más complejo y si esa delicada maquinaria no se engrana correctamente, como pasó para la elección del 2012, muy mal le pinta el panorama al Revolucionario Institucional.
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Morelia, Michoacán, 18 de enero de 2018.- La disputa por el poder de los tres principales grupos al interior del PRI queda evidenciada en las últimas fechas por los movimientos que se han dado en el gabinete de la Presidencia de la República.
Desde el conflicto que suscitó el destape de José Antonio Meade como pre candidato a la presidencia del país y que tomó por sorpresa tanto al presidente Peña Nieto, como al mismo Miguel Ángel Osorio Chong – quien desde un principio trabajó para la candidatura-, quedó claro que se trataba esto de una confrontación entre grupos.
Por un lado, los «itamitas», encabezados por Luis Videgaray, que parece ser quien realmente lleva la batuta en Los Pinos, y quien impulsó a Meade y hasta lo destapó y elogió de forma excesiva durante un evento oficial que encabezaba. Amigos ambos de la juventud y compañeros en el ITAM.
Por otro lado, el grupo de Hidalgo, encabezado por Osorio Chong y que incluye a Jesús Murillo Karam y Omar Fayad y dentro del gabinete a Eugenio Imaz, titular hasta hace unos días del Cisen y quien a pesar de no haber atendido sus funciones por varios años, debido problemas de salud, no fue removido sino hasta ahora.
Ambos grupos, cuyas cabezas, Videgaray y Osorio Chong, chocaron en varias ocasiones, sobre todo cuando se discutió el tema de la creación de una Súper Secretaría de Gobernación, que no aprobaba Videgaray, pues se trataba de fusionar a la Secretaría de Seguridad Pública y la Segob, con lo que se dotaba de excesivas facultades a esta dependencia, los dos también estaban en disputa con el grupo Atlacomulco, el del presidente.
Por ello no sorprende que apenas saliera quien fuera secretario de Gobernación, y entrara Alfonso Navarrete Prida a relevarlo, éste de inmediato realizó una serie de cambios en diferentes dependencias que sorprendió a muchos. Navarrete Prida no es del grupo Atlacomulco, es de un tercer grupo conocido como el de «Los Tolucos» o del «Estado de México» y fue ex colaborador en el gobierno de Arturo Montiel. Éste puso a gente de su confianza, entre ellos a Alberto Bazbaz en el Cisen.
Bazbaz fue procurador del estado de México y tuvo que renunciar al no poder aclarar el muy conocido caso de la muerte de la niña Paulette.
Así los «Tolucos» empezaron a ocupar algunos puestos estratégicos, entre ellos Manuel Cadena como subsecretario de Gobierno y quien fuera cercano colaborador de Eruviel Ávila. También Víctor Manuel Torres Moreno, que entró a ocupar la Dirección de la División de Inteligencia de la Policía Federal. Cabe recordar que de éste grupo también forma parte el muy polémico y maquiavélico Alfredo Castillo Cervantes.
Por su parte, Osorio Chong al renunciar para ir por la candidatura al Senado, se llevó con él a prácticamente todo el grupo de Hidalgo que trabajaba en el gobierno federal.
Los choques entre los tecnócratas o itamitas, a cuyos integrantes parece no importarles la filiación o militancia partidista, pues lo integran entre otros personajes Felipe Calderón, Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth, Virgilio Andrade, Carstens, Mariana Gómez del Campo, Alejandra Sota y Alejandro Díaz de León, y que chocan con los de Hidalgo y los del Estado de México, lo cual es evidente, aunque para muchos, incluso para los mismos priistas éstos grupos no son visibles o reconocidos. A pesar de ello, los conflictos sí están mermando las posibilidades de que ese partido pueda ganar nuevamente la presidencia del país.
Y las razones son obvias. Hoy tienen un candidato débil, que «no conecta» y que no despunta. Ya en las últimas encuestas que se han publicado en varios medios de comunicación, se observa a un Meade que va en segundo lugar, atrás de López Obrador y muy cerca, en tercer sitio a Ricardo Anaya.
Y dentro del gobierno la cosa tampoco pinta nada bien. Los cambios y ajustes en el gabinete presidencial fueron muchos y habrá más, pues varios funcionarios saldrán para buscar candidaturas, lo que podría significar atravesar por una última etapa muy complicada al interior del gobierno federal, que repercutirá hacia afuera, sobre todo si tomamos en cuenta las complicadas situaciones que atraviesa el país en cuestiones económicas, con un Tratado de Libre Comercio que se diluye y genera incertidumbre, problemas graves de inseguridad en todo el país, con cada vez más focos rojos, y la situación política con un proceso electoral que se ve también complejo.
Así que el PRI, en la disputa por el poder no es sólo «el Grupo Atlacomulco contra los demás», como muchos piensan. Lo que pasa al interior del tricolor es mucho más complejo y si esa delicada maquinaria no se engrana correctamente, como pasó para la elección del 2012, que marcó el regreso del PRI a Los Pinos, muy mal le pinta el panorama al Revolucionario Institucional para los comicios de este año.