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México, país donde las mujeres se dicen Wey

La palabra "güey" proviene de "buey" y originalmente se usaba como insulto

Morelia, Michoacán, 25 de septiembre de 2024.- En sus inicios, la palabra «güey» se utilizaba como insulto, aunque hasta tiempos actuales no ha cambiado el hecho de que se usa para referirse a otras personas.  Recuerdo que desde la primaria no existía mayor insulto que le dijeran a uno «güey». De acuerdo con información de la Academia Mexicana de la Lengua, «güey» proviene de buey, del toro manso y castrado. Dicho animal es de carga y escarba el campo de forma torpe y con un paso lento, por lo que es el lado opuesto del toro bravo. Así fue como de tanto llamar «buey» a alguien para criticarlo, ha sido por su torpeza y su falta de inteligencia.

Alguna ocasión pregunte a un tío ¿“porque se dicen güey”? y sin titubear contesto ¡porque son unos pendejos! En el presente, la palabra buey no se refiere sólo a los animales bovinos, sino a los toros castrados. Estos animales son usados para el engorde o para tareas de atracción, por lo que se caracterizan por ser grandes, pesados y lentos. Estas características son las que despiertan muchos refranes mexicanos: “Al buey dejarlo mear y hartarlo de arar”. “Al buey harón, poco le presta al aguijón”. “El buey habló, y dijo ‘muuu’”.

En ese sentido, aunque «güey» comenzó siendo una palabra despectiva y de bajo nivel cultural, durante el siglo XX se transformó en un concepto mucho más amplio hasta alcanzar un sentido neutro o tangible. Según el diccionario de Americanismos, «güey» se utiliza en México, El Salvador y Nicaragua. Con el paso del tiempo, la evolución del idioma le dio a «güey» otros significados e interpretaciones hasta el punto de que las siguientes generaciones la utilizan no sólo como adjetivo negativo, sino como nombre común para referirse a cualquiera y lo más sorprendente es que en la actualidad le dan más uso las mujeres,  de manera genérica o para hablar de la pareja sentimental. Además, no se mantuvo sólo como «güey», sino que evolucionó a «wey», y los lingüistas creen que las redes sociales tuvieron que ver, pues había que usar menos caracteres para expresarse y fonéticamente la letra «w» se acerca al sonido de «güe» y así es más fácil de escribir en plataformas digitales que por cierto no les gusta a las y los jóvenes; ¡les fascina!.

Desde frases como No seas güey hasta Te amo, güey, la palabra güey (o wey) es una de las más extendidas en el habla popular mexicana. Con sus respectivas variantes de sonido, el vocablo trasciende a la mayoría de las clases sociales y las regiones de México. ¿Una grosería o una expresión de cariño? Ahora, sabemos que hoy en día la palabra güey no es cien por ciento un insulto. Muchos jóvenes mujeres y varones la usan para denotar una mayor “confianza, amistad y cercanía. Incluso se puede usar con cariño”. Esto mismo ocurre con güey, que puede tener un sentido tan neutro, como cuando es usada como característico —y no como adjetivo— para referirse simplemente a un sujeto o persona o como sustituto a un nombre propio.

«Entonces vino un wey y me pidió la hora»

«Güey, te tengo un chisme».

«Te amo, wey».

Al igual que otras expresiones de tipo coloquial la palabra ha tenido diversos significados a través del tiempo, por lo que puede utilizarse indistintamente para:

Denotar torpeza, ignorancia o estupidez en expresiones como «¡Qué güey soy, se me olvidó el celular!», o «¡No seas güey!».

Referirse a la persona con la que se está hablando («No, güey, no pude ir») o para referirse a una persona de la cual no se conoce el nombre («¿Qué no es tu hermano aquel güey de camisa roja?», «sí, güey», o bien «no, güey»). En estos dos casos, significa «sujeto». Mencionar al novio de alguien («Está con su güey»).

Sin embargo todavía la palabra buey no se refiere sólo a los animales bovinos, sino a los toros castrados. Estos animales son usados para el engorde o para tareas de atracción, por lo que se caracterizan por ser grandes, pesados y lentos. Estas características son las que despiertan muchos refranes mexicanos:  “Al buey dejarlo mear, y hartarlo de arar”. “Al buey harón, poco le presta al aguijón”.

En conclusión y conforme a la opinión de mi amigo el Profesor Meche Orrostieta  que de acuerdo con el Diccionario breve de mexicanismos, güey también puede utilizarse para dirigirse a una persona de confianza.  Como ofensa se relaciona metafóricamente con las características ya mencionadas; pero debido a su uso común, el término ha disminuido su significado peyorativo al grado de convertirse en una muletilla, sobre todo en las reuniones de chicas. Así como por conveniencia en los ambientes a la adaptación sobre todo en escuelas, colegios y universidades entre otros centros para la comunidad estudiantil  tratando evitar el bullying como resultado de una falta de empatía o de integración prácticamente forzosa  a esos grupos mayoritarios.

A pesar de que a veces la palabra “Wey” para generaciones anteriores también fue utilizada por algunos sectores de varones para ofender, ahora según, no representa un insulto entre afectos. Se utiliza en la mayoría de las ocasiones entre camaradas y gente de confianza y mayoritariamente entre gente joven. La palabra se utiliza dentro de cualquier clase social, siendo igual de aceptada y utilizada en todas ellas. Asimismo se utiliza en televisión y radio en programas populares de entretenimiento, pero no en situaciones más formales u objetivas, como es el caso de los noticieros.

Es posible que este espacio  de crítica para las mujeres que entre si y reiteradamente en cualquier platica utilizan entre si el “Wey”, me pinta erróneamente de machista, no lo soy, insisto desde chico me pareció una palabra repugnante y eso que se decía solo entre varones, en familia me dicen que exagero, mis compañeros y amigos me explican y en parte me dan la razón (avión). Perdón por mi terquedad, pero mi postura en este tema es de no aceptar de ninguna manera ello, por supuesto que haré de tripas corazón cuando la escucho en el transporte por chicas menores de secundaria, de preparatoria y universitarias además de que también la escucho en restaurantes entre damas muy distinguidas diciendo “¡Hay Wey te pasas!”.

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