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Reflexiones / De mexicanos a patrioteros

Nuestro colaborador de ATIEMPO.MX, Christián Gutiérrez, politólogo y comunicador con más de 10 años de trayectoria en diversos medios de comunicación y ex director del SMRTV
Nuestro colaborador de ATIEMPO.MX, Christián Gutiérrez, politólogo y comunicador con más de 10 años de trayectoria en diversos medios de comunicación y ex director del SMRTV

Decir que el Estado mexicano es el responsable de los hechos de Ayotzinapa, es decir que “todos”, gobernantes y gobernados, somos los responsables. Desde luego que el patriotero no está dispuesto a reconocer esto, porque no conviene a sus intereses, que en muchas ocasiones, son mezquinos

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Morelia, Michoacán, 14 de noviembre de 2014.- En México, ante problemas económicos, políticos o sociales, con frecuencia se actúa como “patriotero”, como fanático intransigente. Desde luego, no todos caben en este cajón. Ejemplos de esto hay varios. Hechos como el de la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, muestran la verdadera actitud acomodaticia de mexicanos que exigen justicia y aplicación de la ley, pero no aportan nada para mejorar.

Creo que en este tema las preguntas obligadas son ¿qué tipo de justicia exigen y para quién?, y ¿qué comprenden por aplicación de la ley y para quién? Miles de ciudadanos se dicen indignados por los hechos en Ayotzinapa, y señalan como único responsable al “Estado mexicano”.

Hablan de crímenes de Estado o de un Estado mexicano ausente o asesino, pero nunca asumen un grado de corresponsabilidad. Lo interesante de esto, es que esta narrativa es utilizada por políticos, empresarios, jóvenes, estudiantes, periodistas, medios de comunicación y en las redes sociales, es decir, prácticamente en todos lados se utiliza este tipo de discurso, en donde se culpa al Estado mexicano de represor, asesino, corrupto o como el responsable de los hechos.

Sin embargo, es necesario saber el por qué solo se responsabiliza al Estado. Por desconocimiento o por perversidad, algunas personas asumen la postura más sencilla y que implica menos riesgo: “hacer responsable al Estado mexicano (el responsable es el otro).

El asunto es que todos, aún aquellos que se quejan amargamente del Estado mexicano, forman parte del Estado. El Estado mexicano como tal, es un ente cultural y político creado por las propias manos de los mexicanos, instituido el día de la consumación de la Independencia de México, el 27 de Septiembre de 1821. Fue creado para vivir en sociedad, sujetos a normas, leyes y estructuras gubernamentales. Eso es un Estado y la sociedad es un elemento constitutivo del mismo.

Decir que el Estado mexicano es el responsable de los hechos de Ayotzinapa, es decir que “todos”, gobernantes y gobernados, somos los responsables. Desde luego que el patriotero no está dispuesto a reconocer esto, porque no conviene a sus intereses, que en muchas ocasiones, son mezquinos.

El patriotero lleva en su idea de vida y en su boca la frase, “los responsables son todos, menos yo”, y no logra comprender que si sus consignas hipotéticas en contra del Estado fueran verdad, entonces sería necesario reconocer que la sociedad, en su conjunto, es la responsable de lo que está pasado.

¿Cuál era la condición de los jóvenes desaparecidos?, ¿eran ricos, pobres o de clase media?, ¿militaban en algún partido político o en alguna organización social?, ¿asistieron por su gusto al evento de donde nunca más se supo de ellos o fueron inducidos por algún líder?

Consideremos lo siguiente: La sociedad mexicana, es corresponsable de las condiciones sociales, económicas y políticas de México, o ¿qué nos hace creer que las desgracias solamente son responsabilidad de los gobiernos? La sociedad (en términos generales, las élites) también excluye socialmente, discrimina y crea monopolios, duopolios y oligopolios que imposibilitan generar mejores oportunidades de desarrollo, para una mayor cantidad de mexicanos.

Lo cierto es que los patrioteros exigen respuestas por parte de las autoridades, pero ellos poco o nada harán para contribuir a que no se genere más caos. El patriotero dirá siempre, que es culpa de los gobiernos, o de los otros, porque es más fácil “vender” o “posicionar” banderas ajenas, de disturbio, polémica, encono u odio, a “posicionar” banderas, causas o ideologías propias. El patriotero está dispuesto a destruir con la boca o con acciones, pero nunca a tomar parte de la responsabilidad que le toca en la construcción permanente de una sociedad a la que pertenece, en la que se desarrolla día y noche. Pongo otro ejemplo: El domingo anterior, a medio día sobre el boulevard García de León, esquina con el boulevard Arriaga Rivera, de Morelia, Michoacán, un grupo de ciclistas organizados se pasaron el semáforo en rojo. Desconozco la razón. ¿Son diferentes?, ¿especiales? O se escudan diciendo que son una asociación que crean comunidad y tienen fines “positivos”. Para el caso, son solo ciclistas a los que no les importa el reglamento de tránsito, y si ellos no respetan la ley, qué esperar de luchadores sociales radicales. En fin, que se haga la ley sí, pero en los bueyes de mi compadre. A veces somos mexicanos, y a veces patrioteros, cuando nos conviene.

 Twitter: @christian_gtz.

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