Editoriales

Rumbo al Presupuesto Educativo 2015 / Horacio Erik Avilés Martínez

Nuestro colaborador de Atiempo.mx, Horacio Erik Avilés, es presidente de Mexicanos Primero en Michoacán y director del Polifórum digital de Morelia
Nuestro colaborador de Atiempo.mx, Horacio Erik Avilés, es presidente de Mexicanos Primero en Michoacán y director del Polifórum digital de Morelia

En estos momentos en Michoacán se requiere más que nunca establecer y ejecutar una estrategia financiera que cimente un punto de inflexión hacia mayor competitividad y desarrollo integral

Morelia, Michoacán, 09 de septiembre de 2014.- En estos momentos en Michoacán se requiere más que nunca establecer y ejecutar una estrategia financiera que cimente un punto de inflexión hacia mayor competitividad y desarrollo integral. Al respecto, pero a escala nacional, el pasado 4 de septiembre, el Observatorio Económico México, ¿Cómo Vamos? Metas para Transformar el País, el Instituto Mexicano para la Competitividad, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), México Evalúa y Mexicanos Primero lanzaron 10 propuestas relacionadas con la mejora del manejo de los egresos para el 2015.

La gran mayoría de estas medidas son perfectamente extrapolables en nuestro contexto estatal y sugieren algunas otras que bien valdría la pena tomar en cuenta para sanear y mejorar la eficiencia de nuestro sistema educativo, ya que es un hecho que solamente logrando incrementar la calidad y la transparencia del gasto público se podrá detonar el crecimiento y desarrollo económico de la entidad, tomando como prioridad al tema educativo, para verdaderamente poder modificar el rumbo del desarrollo integral de la entidad.

Por ejemplo, aterrizando en Michoacán, sería idóneo que por cada egreso por más de 1 millón de pesos de cualquier obra pública, se obligue a la autoridad a colocar todo el expediente a disposición por medios electrónicos de tal manera que tal obra pueda ser auditada de manera aleatoria y en tiempo real por un comité independiente multisectorial.

Asimismo, dada la inminente crisis en la UMSNH y en Pensiones Civiles del Estado, sería estratégico contar con un inventario de las pensiones que existen en la entidad como un primer paso para construir un sistema estatal de pensiones equitativo y que permita conocer el total de los pasivos, su situación actuarial y su fondeo.

También, por supuesto lograr evitar el crecimiento de la deuda del sector público estatal por encima del crecimiento económico del PIB debe ser un factor a considerarse, máxime que en la entidad durante años se han aprobado presupuestos de egresos con déficit, que invariablemente orillan al Gobierno del Estado a contratar nueva deuda. Particularmente, partir de la realidad implica que ya no haya déficit en el presupuesto educativo estatal.

Aunado a lo anterior, para poder controlar el gasto, es imprescindible evitar el crecimiento de plazas eventuales y de estímulos a trabajadores del gobierno estatal y colocar candados a las dependencias y programas más onerosos para que se encuentre sujeta la asignación de recursos al cumplimiento de sus reglas de operación. Particularmente, en el sector educativo es imperativo hacer cumplir la ley vigente y concursar todas las plazas docentes y eliminar toda contratación temporal bajo criterios sindicales, suspendiendo simultáneamente el pago de todas las comisiones no educativas.

Debido a las prácticas funestas de desvío de recursos en la entidad, es urgente regular los recursos provenientes de adecuaciones, transferencias y modificaciones presupuestales de último momento y vigilarlos estrechamente.

Caso especial y urgente es lograr erradicar la “licuadora” del presupuesto educativo. Independientemente de su desconexión estatal, es preciso garantizar que nunca más un peso programado para reforzar la educación de los hijos de los michoacanos sea desviado de su destino.

Es prioritario hacer efectivo que todos los programas presupuestarios del gasto programable tengan una matriz de indicadores de resultados como un primer paso para tener un verdadero presupuesto basado en resultados. Recordemos que en el actual Plan de Desarrollo Integral del Estado de Michoacán 2012- 2015 hay objetivos que en absoluto corresponden con los indicadores de impacto que se están relacionando, por lo cual se vuelven prácticamente irrastreables o inalcanzables. Un ejemplo de ello es que dentro del citado documento se plantea elevar la calidad de la educación estatal.

Para tales efectos el indicador establecido no fue el resultado en la Prueba ENLACE, ni la tasa de absorción de estudiantes michoacanos en programas de posgrado, sino el número de medallas obtenidas por Michoacán en la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil, que si bien es la máxima competencia del deporte amateur en la nación, ni siquiera la obtención de preseas en la misma depende enteramente de la calidad de la educación física estatal, ya que se tendría que rebasar a otras entidades federativas, pudiendo obtenerse debido a retrocesos externos más que a potenciación local.

No solamente es preciso ahorrar en el gasto, sino también redirigirlo hacia rubros estratégicos, por ejemplo, es preciso incrementar la inversión en la formación continua docente, pasando de 239 a 1000 pesos por maestro. Está demostrado que cada centavo dedicado a la actualización docente brinda enormes dividendos a la sociedad que realiza tan estratégica inversión. Los maestros michoacanos demandan capacitación de calidad, prefiriendo maestrías, diplomados y doctorados por encima de cursillos de 20 o 30 horas de duración.

Además, es contingente que se destine un presupuesto estatal que verdaderamente resuelva las carencias de la infraestructura educativa estatal, que gestione y logre aterrizar recursos en la entidad, a la par que genere las reservas necesarias para poder ingresar a los programas federales que funcionan con presupuestos pari passu. Esto, aunado al equipamiento de las escuelas, arrebatará banderas de beligerancia y disidencia que a la larga salen mucho más caras para la entidad, al disminuir éstas la calidad educativa y la capacidad de los trabajadores, por menguar su formación.

Esperemos que haya este punto de inflexión impulsado desde el Congreso Local, ya que los diputados, como servidores públicos que son, tienen la obligación de demostrar con cada acción que realizan, lo que significa ser un buen ciudadano y no deben de hacer oídos sordos al lanzamiento de propuestas perfectamente aplicables en nuestra realidad estatal.

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y Twitter: @Erik_Aviles

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