Vivir con cargo al Estado (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)
Con AMLO, insisto, el problema de la corrupción seguirá, tan sencillo porque persistiría el peor lastre que ha tenido la justicia en México, la brutal impunidad del 95%. López lo ha afirmado reiteradamente, en esto no se ha retractado, no se ha “rajado”, habrá perdón a los corruptos.
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Morelia, Michoacán, 27 de noviembre de 2018.- Hace varios sexenios, un político mexicano, César Garizurieta (diputado, magistrado, embajador, asesor presidencial, etc.), apodado «el Tlacuache» acuñó una célebre frase: «Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error». Dentro del cinismo con que fue dicha debemos aceptar que es terriblemente sincera y que retrata cabalmente a un tipo de político mexicano que lamentablemente persiste hasta esta época.
¿Quien no conoce a uno o varios políticos que hasta la fecha no han «dado golpe» en trabajo alguno?, verdaderos «equilibristas» y camaleones que han sabido brincar de puesto en puesto, de administración en administración y muchísimos además de partido en partido, todo por no trabajar como el común de los mortales tenemos que hacer. Muchos de ellos con título universitario, generalmente abogados, pero también encontramos médicos, ingenieros, economistas y otros diversos títulos.
El común denominador es que no ejercen y en muchos casos nunca han ejercido, ni un solo día, la profesión para la cual supuestamente se prepararon. Podemos dar por descontado que su capacidad académica debe andar por los suelos.
Agravando lo anterior tenemos la innegable realidad de que además muchos de ellos muestran evidentes signos de una gran riqueza, (que inicialmente no tenían) y otros de poseer verdaderas fortunas, totalmente incompatibles con los sueldos, por buenos que sean, que han recibido en los años que han desempeñado cargos públicos. Residencias ostentosas y de mal gusto, ranchos enormes, cuadras de caballos, un tren de vida de ellos y sus familiares que de ninguna manera corresponde al sueldo que reciben, y lo más ofensivo, después de salir de su puesto la mayoría no vuelven a dar golpe en negocio alguno, viven holgadamente con lo que obtuvieron por su paso en la administración pública.
Lo anterior es solo una de las muchas causas por las cuales el mexicano promedio tiene poca confianza en sus políticos; habitualmente asociamos Política = Corrupción. Pocos ejemplos tenemos de políticos de tiempo completo con una imagen de honestidad generalizada, en este momento solo recuerdo en el pasado reciente al Ing. Heberto Castillo y a Don Gilberto Rincón Gallardo y en un pasado algo más remoto al Ex Presidente Ruiz Cortines que si bien no murió pobre si mantuvo un tren de vida bastante modesto, igual que su herencia. (No puede decirse lo mismo de su grupo en el Gabinete).
En esta nueva administración, que inicia el 1 de diciembre, con un Presidente con finanzas personales no solo opacas sino definitivamente impenetrables, un individuo veleta que un día afirma una cosa, otro día lo contrario y al día siguiente, con la mayor desvergüenza del mundo niega rotundamente lo que en grabaciones y filmaciones consta. Con AMLO, insisto, el problema de la corrupción seguirá, tan sencillo porque persistiría el peor lastre que ha tenido la justicia en México, la brutal impunidad del 95%. López lo ha afirmado reiteradamente, en esto no se ha retractado, no se ha “rajado”, habrá perdón a los corruptos, ya pueden respirar tranquilos los centenares de políticos acusados de multimillonarios desvíos.
Pero no todos están de acuerdo “En Jalisco, los corruptos van a ir a la cárcel” afirmó hace unos días Enrique Alfaro, próximo Gobernador de Jalisco y con esto marca su distancia con López Obrador es el relativo a su política de “perdón y olvido a los corruptos”. “Este es un Estado en donde los ciudadanos tienen sed de justicia, en donde sabemos el costo que tiene la impunidad (…) En Jalisco vamos a castigar a los corruptos con o sin el aval del Gobierno Federal, en Jalisco los corruptos irán a la cárcel, no de vacaciones”.
Ojalá su ejemplo sea tomado por otros Gobernadores. Lo veo muy difícil, el valor no se da en maceta, les falta, como decía López Tarso en uno de sus famosos corridos “Lo mero prencipal”
Alejandro Vázquez Cárdenas