Planeación urbana, base de ciudades sustentables
El secretario general de la UMSNH dicta conferencia sobre ciudades sustentables
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Morelia, Michoacán, 9 de junio de 2015.- La planificación urbana no se limita a conducir las tendencias de la población en el crecimiento urbano, sino que debe anticiparse y proyectar la edificación de una ciudad en donde se cumpla el principio de vivir mejor, sin importar el estrato social al que se pertenezca, manifestó el secretario general de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), durante la conferencia titulada “¿Cómo puede ser una ciudad sustentable?”.
En el marco de la semana conmemorativa al Día Mundial del Medio Ambiente y la Cultura Forestal, el también catedrático de la Facultad de Arquitectura de la Casa de Hidalgo, narró su experiencia durante su visita al Departamento de Planeación del ayuntamiento de Curitiba, Brasil, ciudad en la cual se trazó un proyecto de planeación, que se desarrolló ininterrumpidamente desde la década de los 60, para convertirse hoy en un modelo de ciudad sustentable.
Reunido con alumnos de la Facultad de Arquitectura, profesores, investigadores y funcionarios estatales en la Sala de Exámenes Recepcionales del Centro de Información, Arte y Cultura de la UMSNH (CIAC), García Espinosa afirmó que el camino hacia una transformación de una ciudad como Morelia hacia la sustentabilidad, requiere de esfuerzo y tiempo, “la continuidad de un plan de desarrollo así como la toma de conciencia y conocimiento del mismo por parte de los habitantes es la base para que se logre con éxito, en Curitiba tomó 40 años lograr ambas cosas”.
Primero, enumeró, se necesita definir una política social, para Curitiba se decidió que la meta era lograr una vida mejor para todos los habitantes de la ciudad, sin importar su estrato socioeconómico. Como un segundo paso se eligió una política económica, que para el ayuntamiento de Curitiba fue incentivar la inversión del sector empresarial en la construcción de edificios en las zonas de alta densidad urbana, invirtiendo en vialidades, ordenamiento del transporte público y vehículos de transporte colectivo.
La política urbana, que sería el tercer paso, indicó el también responsable del Programa de Responsabilidad Universitaria (RSU) en la Casa de Hidalgo, fue definir una política urbana: zonas de alta densidad con edificios altos, funcionamiento del transporte público, esto es, rutas, costos, tipos de pasajeros, estaciones de parada; definir las áreas de vivienda social aledañas a las áreas verdes, mecanismos para atender y conservar las áreas verdes, la recolección de basura, ciclovías, tiempos y acciones para lograrlo.
Con todos los elementos anteriores, se logra el último paso: el diseño urbano, partiendo de las características propias del entorno ecológico, en el que no se trata de ver a los bosques y animales como algo ajeno al ser humano, sino entendiendo a las personas como parte del paisaje natural, dijo.
Al describir las ideas que se pusieron en práctica en Curitiba, mencionó que a los ciudadanos se les paga por la basura que entregan: la reciclable en dinero, la orgánica por comida producida por los sectores rurales aledaños a la zona urbana. En las zonas destinadas a área verde, se dan concesiones de negocios como cafeterías a cambio de que el concesionario mantenga el área en donde está su negocio libre de basura y arreglada.
En cuanto al transporte, se clasificaron los tipos de transporte de acuerdo a las necesidades del ciudadano: escolar, turístico, hospitalario, centro de la ciudad, intercolonias; con costos distintos según el caso (el escolar es gratuito, por ejemplo). Las paradas de autobús son un espacio cerrado al que se entra, se paga y espera el autobús, al bajar si necesita trasbordar, el pasajero no sale de la terminal y no tiene que volver a pagar para llegar a su destino, (a semejanza de la operación del metro en el D.F), todas las paradas y vehículos tienen facilidades para ascenso y descenso para pasajeros discapacitados, carriolas, ancianos, etcétera. Los choferes reciben un sueldo fijo por sus servicios y el gobierno es quien controla el transporte público y las rutas.
En cuanto a la construcción de edificios, se incentiva a los empresarios para que en la zona central de la ciudad, sean construidos de 10 a 15 pisos para oficinas o habitación, con la condición de que a partir de cierto nivel, por cada piso compren una hectárea de área verde a sus dueños, el gobierno no interviene en el precio, pero sí en los permisos de construcción. De igual manera, para los fraccionadores de vivienda, se les compra por parte de los grandes inversionistas de edificaciones verticales el derecho a construir más pisos, por lo que los fraccionadores no construyen más de dos pisos.
Curitiba tiene espacios verdes de 60 metros cuadrados por habitante, 120 kilómetros de ciclovías, parques, exposiciones de arte, auditorios para conciertos y teatro, una Universidad del Medio Ambiente, todo con acceso totalmente gratuito para la población, con lo que contribuyen al ejercicio y preservación de la salud en un ambiente de esparcimiento sano.
Como ciudadanos, concluyó el secretario general, es importante exigir a nuestras autoridades conocer el plan de desarrollo de las ciudades en donde vivimos, ser parte integral y poder opinar, pedir transparencia en el uso de los recursos, para saber qué proyectan nuestras autoridades para el futuro de nuestro fraccionamiento y colonia.
Tendencia no es destino, es la regla en la planificación urbana, una buena proyección de una ciudad no se basa en lo que van decidiendo grupos de ciudadanos, sino que debe ser regida por el gobierno municipal, en base a un proyecto de largo alcance, concluyó Salvador García Espinosa.