Cartelera Retrospectiva / No molestar
No es una comedia simplona pero dista mucho de ser una obra de arte (como algunos ya la clasificaron). Aunque se queda como una asignatura pendiente ver la versión original, es indudable que esta reinterpretación pudo ser mejor, mucho mejor
Morelia, Mich., 23 de septiembre de 2013.- Después de meses de anunciarse en los promocionales de Sala de Arte de Cinépolis apareció por fin la comedia No molestar (Do not disturb, 2012), tercer largometraje dirigido por el también actor francés (nacido en Israel), Yvan Attal. La cinta tuvo su estreno hace casi un año en Europa y desde hace varios meses está disponible en los diferentes formatos digitales, por lo que es muy probable que tenga un paso fugaz por la cartelera nacional.
No molestar es el remake del filme independiente Humpday (2009), escrito y dirigido por la cineasta estadounidense Lynn Shelton, que obtuvo comentarios positivos tras su presentación en el Festival de Sundance. Para la versión francesa el guión, que fue coescrito por el propio Yvan Attal, nos presenta a dos viejos amigos: Ben, un hombre casado y estable que rehúye a la idea de concebir un hijo, mientras que su contraparte es el aventurero Jeff, quien ha viajado por todo el mundo y es un asiduo de los círculos artísticos de París. Tras su reencuentro, en una noche de fiesta, ambos deciden filmar una película porno, en donde nadie más que ellos serán los protagonistas, a fin de cuentas, todo es por amor al arte, ¿o no?
Con una cámara muy cercana a los actores, con mucho movimiento, rostros desenfocados y una fotografía excepcional, el director intenta reflejar la intensa amistad de los protagonistas y el cuestionamiento de unas vidas, que a fin de cuentas, quedaron muy por debajo de lo que se esperaba. El conflicto, la idea de dar el siguiente gran paso, aparece de la mano de la esposa, quien desea a toda costa y casi maquinalmente tener un hijo. Aunque bien podría clasificarse como comedia, lo cierto es que las situaciones se resuelven con un dramatismo acorde al tono agridulce de toda la película. Esto puede ser bueno o malo según sean las expectativas que cada quien tenga sobre ella.
Para dar vida a sus personajes, el director recurre a sí mismo, el propio Yvan Attal toma el papel principal y lo hace bien. Lo acompañan François Cluzet, muy conocido por su reciente participación en Amigos (Untouchable, 2011), la modelo y actriz Laetitia Casta, así como Charlotte Gainsbourg, quien además de haber participado en todos los proyectos anteriores de Attal, es también su pareja sentimental desde hace varios años.
No hay más que buscar el tráiler para darse una idea si se quiere ver o no el filme ya que no guarda ninguna sorpresa, de hecho lo condensa tan bien que es imposible no adivinar su predecible conclusión. Un hecho que nos obliga a preguntarnos si la anécdota tiene suficiente para armar un largometraje, pero tal parece que no es así. No molestar no es una comedia simplona pero dista mucho de ser una obra de arte (como algunos ya la clasificaron). Aunque se queda como una asignatura pendiente ver la versión original, es indudable que esta reinterpretación pudo ser mejor, mucho mejor.