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¿Cómo fue la Coronación de la Virgen de Guadalupe el 12 de octubre?

La ceremonia narrada resalta momentos clave de la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe y su trascendencia religiosa en el país

Morelia, Michoacán, 11 de diciembre de 2025.- La fotografía más antigua de la Virgen de Guadalupe la tomó Manuel Buen Abad, de acuerdo con las instrucciones del Arzobispo de México, Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, quien autorizó que se retratara el lienzo sin el cristal. Con la venta de estas fotografías se obtuvieron recursos para la coronación de la Virgen de Guadalupe, decretada por León XIII para 1895, así como para acondicionar la Colegiata.

Historia de la Coronación de la Virgen de Guadalupe

Es una tarjeta postal que se conoce gracias a que la pegaron en la primera página de un libro “Historia de la aparición de la Santísima Virgen de Guadalupe en México”, escrito por el jesuita Esteban Anticoli y que se publicó en 1897.

A partir de esta fecha, más personas pudieron conocer a la Virgen Morena que la veneraban desde hacía años, a través de la información de los misioneros.

La histórica coronación tuvo lugar el 12 de octubre de 1895, pero desde mucho antes, Lorenzo Boturini ya había concebido la idea tras llegar a México en 1735, dedicando su fortuna a reunir documentos y objetos relacionados con el acontecimiento guadalupano. Para la creación de la corona pontificia se lanzó un concurso que ganaron Rómulo Escudero, Pérez Gallardo y Salomé Piña. Su fabricación se realizó en París, Francia, bajo el trabajo del orfebre Edgar Morgan, resultando en una corona de plata de corte imperial, de 62 centímetros de alto y 59 de circunferencia. Poseía los escudos de 22 diócesis, tres arquidiócesis, el pontificio y el de la Ciudad de México.

Como símbolo de unidad continental, se eligió la fecha del 12 de octubre de 1895, al mediodía, para la ceremonia que reunió a obispos de todo el país, invitados internacionales, cuerpo diplomático y autoridades gubernamentales. Durante el acto solemne, los obispos colocaron sus mitras y báculos a los pies de la Virgen de Guadalupe, como gesto de sumisión espiritual. Con el tiempo, la imagen ha recibido otras coronas, entre ellas las de San Juan Pablo II en 1979 y la del Papa Francisco; además, Paulo VI envió una rosa de oro en 1966.

Gran parte de los detalles de esta coronación se conocen gracias a José Vasconcelos, quien los plasmó en su obra Ulises Criollo. Allí describe cómo el pueblo se preparaba para la celebración del cuarto centenario de la aparición guadalupana. Menciona que la corona sería de oro, diamantes y rubíes, elaborada en Francia, gracias a las aportaciones de creyentes de todo el país. Aunque la ley restringía manifestaciones externas, las familias decoraban fachadas, balcones y azoteas con farolillos, banderolas y guirnaldas. Vasconcelos relata que, al mediodía, el repique de campanas y el fervor de los fieles acompañaron el instante en que el arzobispo descorrió el velo que reveló la imagen coronada como “Reina de los mexicanos”. (CON INFORMACIÓN DE: DESDE LA FE)

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