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El municipio de Guanajuato que tiene una zona arqueológica única

Esta zona fue el primero de 5 sitios arqueológicos de Guanajuato que se abrió al público y está ubicado en la Sierra de Pénjamo

Guanajuato, Guanajuato, 07 de enero de 2025.- Al sur de la Sierra Pénjamo y al suroeste de la Sierra de Guanajuato, se tienen vestigios de una de las zonas arqueológicas más impresionantes de la entidad, que estuvo poblada ente los años 450 y  900 de la era cristiana y fue la primera de las 5 zonas que se abrieron al público como atractivos turísticos, además de otro sitio más que está por abrirse al públicos

De acuerdo con historiadores, el sitio conocido como Plazuelas fue destruido, quemado y abandonado en el año 900.

Se sabe que la región del Bajío guanajuatense estuvo densamente poblada por grupos sedentarios vinculados con otras regiones mesoamericanas y se tienen identificados a lo largo de todo el territorio estatal alrededor de 1,500 sitios arqueológicos, de los cuales 5 han sido rescatados y están abiertos al público y uno más está por abrirse.

Estos 5 sitios son: Peralta en Abasolo, Cañada de la Virgen en San Miguel de Allende, El Cóporo en Ocampo, Plazuelas en Pénjamo y Arroyo Seco en Victoria. Y están por abrir el del Cerro de los Remedios en Comonfort.

El resto de los cerca de 1,500 sitios no se ha podido rescatar y proteger por falta de recursos económicos, de acuerdo a información que en su momento dio a conocer la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Guanajuato, Olga Adriana Hernández, quien señaló que estas zonas las tienen identificadas, aunque en el anonimato, para evitar saqueos, ya que, aunque pocos las conocen, muchos de estos lugres han sido ya saqueados.

En esta parte del centro del País se asentaron las culturas Otomí y Chichimeca Ñañú, los cuales antes de la llegada de los españoles habían establecido centros ceremoniales y pequeñas ciudades que permitieron el desarrollo poblacional. No con pirámides y edificios tan grandes y majestuosos como la cultura Maya u Olmeca en la zona sur de México, pero sí en cuanto a desarrollo de centros poblacionales.

Plazuelas

La zona de Plazuelas destaca por el por el trazo de sus edificios, trompetas de caracoles marinos y pequeñas cuentas de turquesa o figurillas de jadeíta.

Se localiza en las orillas sureñas de la Sierra de Pénjamo, sobre tres laderas separadas por dos barrancas: Los Cuijes y Agua Nacida, en donde surge un manantial del mismo nombre. Entre los vestigios de esta antigua ciudad, habitada entre 600 y 900 d.C., destacan 7 edificios comunicados entre sí por medio de amplias calzadas y largas veredas que suben y bajan entre los cerros, cuyo punto de confluencia es el manantial Agua Nacida.

En la ladera oeste se distingue, aunque cubierto por tierra y vegetación, un sencillo juego de pelota asociado a una serie de terrazas habitacionales.

En la ladera este, aún sin excavar, se encuentran edificios que hacen pensar que este lugar era un punto de contacto de varios pueblos, tanto del occidente como del centro de México: a) Los Cuitzillos, grupo de tres basamentos piramidales con una plaza abierta al sur, semejante a las construidas en el Centro de México; b) El Cajete, un edificio de planta anular, similar a los edificios de Teuchitlán, Jalisco; c) La Crucita, una pequeña pirámide cimentada sobre un afloramiento rocoso, como las que se encuentran en otros sitios importantes de Guanajuato, d) El Cobre, dos pirámides que limitan una pequeña plaza cuadrangular de las que tanto abundan en el Bajío.

Se localiza en la comunidad de Plazuelas en la sierra de Pénjamo, a 15 minutos de la ciudad de Pénjamo por la carretera federal 90 rumbo a La Piedad, Michoacán. Existe una desviación a un costado de esta carretera federal, donde inicia la carretera municipal que lleva a las pirámides, donde aparece un letrero de bienvenida y la presentación de la zona arqueológica

Para ingresar a la Zona Arqueológica de Plazuelas habrá que pagar una cuota de recuperación muy

Por tratarse de reservas federales de conservación se recomienda, usar ropa y calzado cómodos, gorra o sombrero, bloqueador solar, llevar agua, además no introducir alimentos, no mochilas o bolsos, ni bebidas embriagantes o aliento alcohólico.

También se recomienda no caminar fuera de las rutas trazadas por los arqueólogos en el recorrido por la zona, ni recoger ningún objeto dentro de las mismas.

Sus edificios están hechos de cantera.

El lugar cuenta con un Museo de Sitio donde se exhiben piezas encontradas en el lugar durante la restauración y excavaciones de la zona.

Aún faltan más pirámides por desenterrar y en las descubiertas falta restauración.

Hay venta de comida regional los fines de semana.

Hay tiendas de recuerdos en la zona arqueológica, así como guías que explican a detalle la historia y composición de la zona.

Desde principios del siglo XXI, se comenzaron los estudios de la zona, por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia bajo la dirección del Arqueólogo veracruzano Carlos Castañeda López y un equipo multidisciplinario.

En la Sierra de Pénjamo hay otras zonas arqueológicas que no han podido ser rescatadas. (CON INFORMACIÓN DE: LA SILLA ROTA)

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