Las peores películas de 2022 según la crítica
La mayoría de estas producciones contaron con un elenco envidiable, pero algo falló y quedarán las listas de recomendaciones de lo que deberías evitar
Ciudad de México, 04 de enero de 2023.- El año 2022 trajo consigo una oleada de producciones altamente esperadas que, debido a los contratiempos causados por la pandemia, habían retrasado sus fechas de estreno. Pero para algunos de estos filmes, la demora también significó una creciente expectativa con la que lidiar una vez estrenados.
Cuando una cinta recibe en su mayoría reseñas negativas y su calificación en sitios que dan calificaciones como Tomatazos, se suele pensar que es por capricho o porque te cae mal tal director o franquicia, pero realmente estas producciones que tuvieron críticas duras fallaron en algo: guion, dirección, actuaciones y más. Se trata entonces de películas que de hecho fueron tan malas que a los periodistas cinematográficos y quienes dan una puntuación basados en las críticas, fueron desafiados a escribir de todas las formas posibles las razones por las que se les coloca en “lo peor del año”. Si se llega a creer que por eso somos los villanos, que así sea. Preferimos pensar que solo somos precisos
Los involucrados en estos filmes pueden llegar a encontrar rotundamente desmoralizador el título de “peor cinta” en un proyecto al que le dedicaron pasión y esfuerzo, pero habría que tenerse en mente que los factores que supeditan el éxito de una cinta, muchas veces salen del control de los realizadores. Los tiempos e intereses comerciales cobran tal relevancia, que muchas veces terminan por pasar por encima de su propio proyecto. Pero no todo es «malo» para estas cintas. Y es que al final el gusto del público pesa, y aunque la película en cuestión haya sido valorada con puntuación negativa muchas veces los fans acuden a verlas en masas y logran el éxito.
Y es que en la realidad, la historia de los grandes éxitos Hollywood se encuentra repleta de producciones con calificaciones negativas, por lo que no debería de extrañarnos que, en cierta medida, existan cintas que simplemente a pesar de ser tan malas se convierten en clásicos.
Paralelamente, desde el punto de vista de la psicología, lo más importante que se debe hacer después de un fracaso es comprender su impacto y el cómo afecta sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Quizá por esta razón muchos actores de primer nivel como Ben Affleck, Halle Berry o Sandra Bullock han aceptado su premio Razzie en un interesante ejercicio de autocrítica, sobre todo si tenemos en cuenta que la protagonista de Miss Simpatía – 42% también fue ganadora del Óscar a mejor actriz ese mismo 2010 por su trabajo en Un Sueño Posible – 66% —Berry lo haría de manera inversa, al obtener su propio premio de la academia dos años antes del Razzie.
Pero el “fracaso” de una cinta puede llegar a deberse también a que, desde la mirada cinematográfica, algunas películas simplemente no fueron comprendidas en su estreno, pero crecieron en crítica y audiencia con el paso del tiempo —como El Gran Lebowski – 80%—, otras que no encajaban en un molde en el caso de las grandes franquicias —como Eternals – 58%— y quizá, el mayor fracaso de todos sea aquella películas suelen ser populares con una fiel audiencia que erró completamente en la lectura discursiva de las mismas obviando así su gran reflexión social —como Psicópata Americano – 67% o El Club De La Pelea – 80%.
The Bubble – 20%
La comedia dirigida por Judd Apatow, narra la experiencia del elenco de grandes estrellas de una franquicia de dinosaurios, que se ve obligado a grabar una nueva entrega durante la pandemia a la par que se vuelve metaficcional con la misma experiencia de Apatow durante este difícil periodo de la humanidad. Pero, ya sea por la cercanía del público con su propio proceso de duelo o por el innecesario cringe en su parodia puede haber ayudado a diluir su comicidad. Sin demasiados aciertos en el guión, la cinta se une a la larga lista de películas sin particular éxito de la plataforma Netflix. Para el medio IndieWire, David Ehrlich sentencia:
“Es deprimente de una manera que las comedias modernas rara vez lo son, que es deprimente de una manera tan novedosa como el coronavirus que la inspiró.”
Pinocho – 20%
Sin duda uno de los fracasos más rotundos del año, esto debido a los elementos involucrados en la ecuación: Disney, Tom Hanks y animación. La reputación de reconvertir los clásicos en mágia pura, no alcanzó para que el mundo de Pinocho cobrara vida. Aún más eclipsada con la reciente versión de Guillermo del Toro, la película de Robert Zemeckis queda destinada a ocupar uno de los peldaños más bajos en esta nueva oleada de clásicos llevados al live-action. Fay Watson de Games Radar reseña:
“Otra adición agradable pero defectuosa al catálogo de live-action de Disney, con impresionantes imágenes que capturan la magia del original pero que finalmente no logran mantener el ritmo.”
Agentes 355 – 25%
Este caso cumbre con varios requerimientos para encontrarse en esta lista. La cinta sufrió grandes cambios en fechas de producción y estreno debido a la pandemia, y esto parece verse reflejado negativamente en el resultado final. La apuesta por un cast numeroso y diverso, que lamentablemente no logra mantener el guión genérico a flote. Estas condicionantes dieron como resultado el que el filme de espías pasara completamente desapercibido por la audiencia, acompañado de un rotundo fracaso en taquilla. Benjamin Lee de The Guardian reseña:
“Es tan genérica como suena, con un desafortunado primer borrador del guión de Kinberg y la dramaturga Theresa Rebeck que no presenta ninguna sorpresa, suspenso o humor, y avanza con su elenco a marchas forzadas.”
Morbius – 21%
Qué decir de esta película que pretendía continuar lo emprendido por Venom – 35%, que ya contaba con éxito a cuentagotas dentro de las franquicias de superhéroes. El meme que cobró más vida en el 2022, logró que la cinta volviera a las salas de cine en Estados Unidos, sólo para ver confirmado su fracaso. Desde la elección de casting para el protagonista, hasta la misma decisión de continuar el universo de Sony con este personaje, esta película nunca tuvo una oportunidad. Brian Truitt del USA Today resume el problema de esta cinta:
Las escenas de la mitad con los créditos que intentan llevar el papel de Leto a un panorama más amplio terminan siendo más confusas que geniales.
No te preocupes cariño – 31%
Una de las cintas más sonadas del año, aunque por todas las razones incorrectas, parece que la máxima “toda publicidad es buena publicidad” no aplicó en este caso. Las críticas señalaron una ambiciosa trama de ciencia ficción que nunca terminaba de arrancar, aunque la actuación de Florence Pugh fue uno de los pocos puntos favorables de la producción. Sin duda, esta película pasará a la historia gracias al drama (peleas entre la protagonista y la directora, preferencia salarial a la estrella pop del momento y en ese entonces novio de la realizadora, estreno en Venecia sin la protagonista, y un escupitajo que nunca fue confirmado pero que sucedió) previo a su estreno, que acabaría llevándose todas las palmas del público. Para Cine en línea NeT (YouTube), Elliot Barrascout opinó:
La película es lenta, repetitiva, llega a un bache que parece que no avanza y cuando empieza a avanzar, casi al final, realmente ya no te importa lo que está sucediendo porque estás aburrido y cansado.
El hombre gris – 37%
Continuamos la lista con otra adaptación literaria de la mano de los hermanos Russo, con dos de los más grandes nombres de Hollywood del momento en el poster como los son Chris Evans y Ryan Gosling. A estas alturas, salvo honrosas excepciones, quizá sería bueno apuntar que Netflix no ha sido el mejor al tiempo de adaptar libros en los últimos años. Mientras esperamos a que la plataforma emprenda acciones con este bajo porcentaje de efectividad en el género, te decimos que este thriller de acción es —efectivamente— gris, lo que la hace otra película de Netflix que no estuvo a la altura de sus expectativas. Gonzalo Franco de Área Jugones opina:
Es entretenida y a ratos espectacular, pero no va más allá. Es cierto que sus escenas de acción y su reparto son geniales, pero su historia es tan vacía y carente de personalidad que su conformismo con lo mediocre duele un poco.
Némesis – 37%
El extraño caso de las películas producidas y estelarizadas por Sylvester Stallone, que cuentan con un público de nicho asegurado pese a estar lejos de ser las más aclamadas por la crítica. No obstante, en esta ocasión llegaba vía Amazon Prime, una propuesta diferente para el legendario actor quien incursionaba en el mundo de los superhéroes con una historia madura y con pretensiones medianamente serias. Pero quizá este fue su talón de Aquiles, pues al salirse del componente de “no tomarse tan en serio”, la cinta se queda corta para entregar lo que promete perdiendo su corazón en el proceso. Para Las cosas que nos hacen felices, Carlos María Porras Castaños reseña:
Lejos quedan los grandes éxitos de Stallone pero siempre es un placer ver al viejo Sly repartir una buena somanta de palos (…) la película no aporta nada nuevo al género pero es un loable entretenimiento que hará que pases 100 minutos pegados a la pantalla.
La cabeza de la araña – 48%
En el último par de años las plataformas de streaming han reincidido en el curioso caso de las películas originales que pasan desapercibidas por el público —muy particularmente Netflix—, sin importar que cuente con un elenco atractivo, en este caso ni el fracaso la salvó de perderse en el olvido. Con la imagen de Chris Hemsworth particularmente desgastada en esta plataforma, la cinta en cuestión era una adaptación del exitoso relato Escape From Spiderhead de George Saunders, editado por The New Yorker. Esta mala combinación trajo como resultado una producción que desencantó a los fans del escritor y falló en atrapar a un público propio. Mariano González reseña para Cinemagavia:
La falta de concreción de un tono dominante hace que no sepamos si mirar a través del cristal del sarcasmo o el de la seriedad. Kosinski tampoco se muestra regular a la hora del ritmo puramente cinematográfico y momentos de interés se entremezclan con otros de escaso atractivo.
La masacre de Texas – 43%
La última entrega de esta franquicia prueba que la fórmula ha envejecido mal. El remake del 2003 creó un universo basado en una falsa afirmación de hechos reales tras su historia. Con altos niveles de gore y en el más fiel cumplimiento del género slasher, la cinta a duras penas superó las proyecciones de prueba tras varios intentos viendo finalmente —y penosamente—la luz. Pese a no contar con la mitología más establecida en este universo, tampoco sorprendería un reinicio, pero Netflix tendrá la última palabra al respecto. Aglaia Berlutti reseña para Hipertextual:
A pesar de sus buenas intenciones, La masacre de Texas parece un espectáculo efectista sin mayor trascendencia. Cuando la sangre empieza a correr y Leatherface muestra el horror de la motosierra en todo su poder, la película sorprende. Pero no lo suficiente — ni en la manera correcta — para crear una impresión perdurable.
My Policeman – 44%
La premisa de esta película de Michael Grandage posee un buen punto de partida, un peculiar triángulo amoroso rodeado de traiciones y culpa, enmarcados en una narrativa de flashbacks entre la década de los noventa y la de los cincuenta —una con las leyes antigays más represivas en Inglaterra. Desafortunadamente para esta cinta, la conversación se vio centrada en lo lenta y esteril de su desarrollo, donde ni guión ni reparto logran salvar la historia. La crítica de Katie Rife para Rolling Stone es contundente:
El estado de ánimo cauteloso y pesimista que resulta de este melodrama, honestamente hace que sea una película que se apaga por su pesadez.
Aguas profundas – 42%
Pese al gran momento de Ana de Armas en Hollywood previo al estreno de Entre Navajas y Secretos – 100%, el 2022 parece no haber sido su año. De entre todos sus estrenos de este año, la película no es especialmente desastrosa pero a todas luces parece una oportunidad desperdiciada por el director de Infidelidad – 72% y Una Propuesta Indecorosa – 37%, Adrian Lyne. En resumen, cuenta con el dudoso honor de “simplemente” haber pasado sin pena ni gloria por el radar de la audiencia, sin haber llegado a definirse por el thriller o lo erótico. Para El Séptimo Arte, Juan Pairet Iglesias concluye:
Parece hecha sin más, sin particular ilusión. Sin que nos quede claro por qué Adrian Lyne ha regresado de 20 años después, si no es por una necesidad económica o porque se aburría de estar jubilado.
Animales fantásticos: los secretos de Dumbledore – 50%
Pareciera confirmarse que esta es una saga que no ha sabido despegar por sí sola, pesándole mucho el nombre de la franquicia a la que pertenece. Pese a contar con una gran cantidad de actores de renombre entre sus filas, estos parecen no haber conectado con la audiencia de la manera en la que se esperaba, quizá arrastrando también un mal que padecieron las ocho entregas de Harry Potter, donde los verdaderamente satisfechos eran los fans que previamente habían leído los libros. Sin llegar a redondear una trama por sí misma, al mismo tiempo que falla en entregar todo lo que promete en más de un sentido, al universo también lo persigue la sombra de su propia autora. De esta triste manera llegan a su fin las aventuras de Newt Scamander. Arturo Magaña Arce reseña para Cine Premiere:
Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore nos deja con más contrariedades que satisfacciones. Al igual que las dos entregas previas de esta saga, su trama principal se entreteje con distintos argumentos, provocando que ninguno termine por desarrollarse del todo y genere en la audiencia más dudas que certezas.
Jurassic World: Dominio – 54%
El universo de Jurassic Park vivió un segundo aire con el estreno de su Mundo Jurásico en 2005, que contó con gran aceptación por parte del público con su manejo de los velociraptors, que pasaron de ser temidos por muchos a amados por todos. Pero sus secuelas parecieron querer explotar la popularidad de Chris Pratt siguiendo la misma fórmula genérica de las secuelas de la franquicia. En esta entrega la audiencia finalmente pareció agotarse justo con el carisma de su protagonista, hecho que pone en duda la continuación de la saga en un corto plazo. Para Cine FX, Eduardo Olivares apunta.
Una trama lenta, que se siente improvisada y forzada, que depende del valor de la nostalgia, que homenajea momentos clásicos, pero a su vez repite secuencias calcadas que te hacen sentir que estás viendo lo mismo de nuevo.
Rubia – 59%
Esta fue otra de las cintas de las que se esperaba mucho en crítica y premios. El retrato ficticio de Marilyn Monroe que no sólo no llegó a un buen puerto, sino que se ganó una gran ola de críticas por caricaturizar al personaje por medio de una fantasía por momentos absurda que no reparó en muchas de los hechos históricos que definieron a la actriz. La obra de Andrew Dominik no sólo terminó siendo una de las grandes decepciones del año, sino que despertó la furia de fans y críticos por igual. Lastimosamente, la película logró más contundencia al ser objeto de memes. René Sánchez de Cine sin fronteras comenta:
Desafortunadamente para Rubia, la interpretación de Ana de Armas termina siendo el único elemento a su favor. Su narrativa es tan difusa que las imágenes por si solas no logran evocar emociones que nos permitan conectar de forma íntima con el personaje principal. Sus 2 horas y 46 minutos de duración se convierten en un tortuoso suplicio, sobre todo cuando la película se ensaña tanto en enfocarse únicamente en los episodios más dolorosos de la popular cantante, actriz y modelo.
Hasta los huesos – 59%
El regreso de la dupla de Timothée Chalamet y Luca Guadagnino su rotundo éxito con Llámame Por Tu Nombre – 97%, con esta película de carretera cuenta la historia de una joven quien busca comprender por qué siente la necesidad de matar y devorar a las personas que la aman. Pero los elementos en la cinta no logran una cohesión, mientras que el romance se ve eclipsado por el insípido desarrollo de personajes. Juan Pairet Iglesias de El Septimo Arte apunta:
Hasta los huesos: Bones and All’ se deja ver bajo la apariencia de ser una obra seria y madura -antes que entretenida- siempre a punto de caramelo. Sin embargo, a pesar de sus constantes insinuaciones o amenazas, nunca llega a explotar, manteniendo al mínimo su pretendido y buscado impacto emocional. (CON INFORMACIÓN DE TOMATAZOS)