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Porcicultores michoacanos buscan recuperar el liderazgo nacional

En cuanto a granjas de baja tecnificación, también consideradas de traspatio, Michoacán tiene registradas 24 mil 372, con un promedio de 299 mil 387 cerdos
En cuanto a granjas de baja tecnificación, también consideradas de traspatio, Michoacán tiene registradas 24 mil 372, con un promedio de 299 mil 387 cerdos

El estado produjo 42 mil toneladas de carne de cerdo en canal en el 2013 y se mantuvo como el séptimo mejor productor nacional; se tienen registradas 326 granjas porcinas tecnificadas, las cuales cuentan con 307 mil 393 cabezas

Morelia, Michoacán, 12 de febrero de 2014.- El secretario de Desarrollo Rural del estado, Ramón Cano Vega, informó que los porcicultores michoacanos tienen el reto de regresar a esta cadena productiva a “las grandes ligas”, ya que el cambio generacional que están experimentando, donde jóvenes entre los 35 y 45 años, con una visión empresarial y de productividad están tomando las riendas de este negocio, puede llevar a que Michoacán recupere las primeras posiciones en el país en producción de carne de cerdo.

Y es que de acuerdo a datos del 2013, en Michoacán existen 326 granjas porcinas tecnificadas, las cuales cuentan con 307 mil 393 cabezas. Y en cuanto a granjas de baja tecnificación, también consideradas de traspatio, Michoacán tiene registradas 24 mil 372, con un promedio de 299 mil 387 cerdos, “la entidad cuenta con un total de 956 productores de cerdo”, señaló.

Con respecto al cambio generacional, dijo que afortunadamente la juventud se está incorporando a esta actividad con grandes expectativas, con mejores metodologías y están empujando correctamente desde el punto de vista empresarial. La actividad porcina, consideró, tendrá que verse particularmente en este año muy fundamentada en el tema de una producción con carácter empresarial.

Las nuevas generaciones de porcicultores, abundó, tienen estudios profesionales que les permiten un ámbito de concepción comercial y productiva más amplia, son más afines y adoptan con mayor voluntad los cambios en productividad, mejoramiento genético, sanidad e infraestructura, para mejorar las condiciones de esta actividad.

La investigadora Adriana Macías, explicó que la porcicultura más que un medio de desarrollo económico para la población de La Piedad y los otros miembros integrados en la región porcícola michoacana, ha sido una forma de vida que dio identidad a los habitantes de la zona como gente de espíritu trabajador y perseverante, pues saben que la producción de carne de cerdo es como la rueda de la fortuna: “a veces arriba, otras abajo, pero siempre vale la pena correr el riesgo”.

En este sentido, Víctor Manuel Barriga Tovar, director de Ganadería de la Sedru, dijo que los programas estatales para este año tienen contemplados apoyos para la adquisición de vientres porcinos, bodegas prefabricadas, rehabilitación de granjas porcinas con techos, pisos, entre otros.

En la era actual de renovación en la porcicultura, explicó, las nuevas generaciones de productores están sujetas a preparación académica y técnica constante, a mejoras en la producción que se adquieren por las necesidades que van marcado los lineamientos del libre mercado con el fin de incrementar la productividad de las granjas.

LA PIEDAD, REGIÓN PORCÍCOLA DESDE LA CONQUISTA

La región de La Piedad, se creó a raíz de los asentamientos de los aztecas en los márgenes del Río Lerma, y posteriormente de los Tarascos, con el fin de acceder a la gran cantidad de agua y tierra fértil. La llegada de los españoles en la región, se relacionó con las exploraciones de Nuño de Guzmán en el siglo XV, quienes se hicieron acompañar de cerdos, los cuales les servían de alimento en las largas campañas de Conquista.

La porcicultura se arraiga en la región, debido a la buena adaptación de estos animales y la probabilidad de proveerlos de sustento; además, contaban con las condiciones propicias tanto en recursos agrícolas como hidráulicos para su desarrollo, aunado a la cercanía al centro de la entonces Nueva España, la ciudad de México.

La aparición de haciendas favoreció el auge de la porcicultura, ganadería y agricultura en la región, y en el gobierno de Porfirio Díaz se construyeron vías férreas las cuales agilizaron la comunicación con la capital del país.

Fue durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, que se generaron grandes cambios que desarrollaron las actividades agropecuarias; con la implementación de infraestructura para riego, se crearon extensas áreas para el cultivo de granos, insumo necesario para la crianza de cerdos.

La ubicación geográfica de la región productora de La Piedad, jugó un papel fundamental, ya que su posición en el punto de intersección de tres estados (Guanajuato, Jalisco y Michoacán), permitió que se constituyera como lugar de referencia económica, ya que controlaba y regulaba un sistema productor de cerdos abastecidos por las áreas periféricas de las rancherías cercanas.

Esta región considera a seis municipios que colindan, Degollado, Jalisco; Santa Ana y Pénjamo, Guanajuato; además de La Piedad, Puruándiro y Zamora, Michoacán.

Fue alrededor de los años 70’s que al realizarse grandes inversiones, se dio un nuevo brío a la porcicultura de la región, lo cual permitió pasar de crianza de traspatio de bajo rendimiento a una producción en granjas con un alto nivel de impacto en el mercado nacional.

Una de las transformaciones más evidentes del desarrollo en la producción fue que de ser la porcicultura una actividad tradicional, principalmente practicada en espacios domésticos por toda la familia, se convirtió en un modo de trabajo industrial y tecnificado que se relacionaba con la inversión de grandes capitales y división especializada del trabajo.

Cuando la porcicultura de la región estaba en un gran momento, llegó uno de los eventos que transformó de forma impactante la dinámica laboral del gremio porcícola; el Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que generó un alto nivel de competencia entre productores, regiones y países, sobre todo de manera desleal al no unificar lineamientos para el comercio que favorecieran equitativamente a todos los productores.

DE LA CRIANZA DE TRASPATIO A LA TECNIFICACIÓN

El incremento de importaciones tanto de animales (especialmente de Estados Unidos y de Canadá) como de materias primas, encareció los costos de producción y redujo las ganancias, aunado a esto, el constante incremento en los precios de los granos.

Por estas razones, algunos productores, especialmente medianos y chicos, abandonaron la actividad debido a que no existieron las condiciones para obtener utilidades, por lo que tanto la tecnificación de la producción como el acceso a materias primas se vieron limitados y restringidos para muchos ganaderos regionales.

Al respecto, Jesús Pérez Berber, presidente de la Unión de Porcicultores del estado de Michoacán, dijo que su padre vivió el esplendor de la porcicultura, pero las crisis recurrentes del sector, los precios altos en los insumos, las importaciones, el nacimiento de nuevos lugares de producción con alto grado de tecnificación y genética, fueron parte importante para perder la jerarquía que por mucho tiempo se mantuvo.

Algunos le invirtieron a la tecnificación y la genética, otros muchos se quedaron en la producción tradicional en corrales cerrados no tan tecnificados, lo cual no fue suficiente para los tiempos modernos.

“Hoy por hoy, la porcicultura en Michoacán está viviendo un tiempo más favorable, ya que se han presentado condiciones de mercado mejores y tenemos precios más altos en los cerdos y menores en los insumos”, puntualizó.

Ahora con este nuevo panorama que se vislumbra, con mejores precios de mercado, más los programas de repoblamiento, vientres, sementales, rehabilitación en infraestructura, entre otros que están implementando los gobiernos federal y estatal, esperan repoblar sus granjas, trabajar con más fuerza y vivir una situación mejor.

“Estamos comenzando a pagar un sin número de adeudos que veníamos arrastrando desde hace muchos meses, esto nos permite comenzar a repoblar nuestras granjas, tecnificarlas por completo y planear de manera distinta la producción del 2014”, comentó.

Terminaron ya las campañas de erradicación de la Fiebre Porcina Clásica y de Aujesky, por lo que esperan que se haga la declaración oficial de que el cerdo michoacano está libre de estos padecimientos, para comenzar a planear el envío de carne de cerdo a los mercados internacionales.

“Muy pronto con el apoyo de los gobiernos federal y estatal y con la fuerza de los productores organizados, estaremos impulsando un proyecto para la creación de un rastro TIF para Michoacán, que ofrezca servicio de rastro y obrador, porque los nuevos tiempos nos permitirán buscar mercados internacionales como Japón, Estados Unidos y China, con carne en canal o troceada”, destacó Pérez Berber.

Jorge Hernández Zaragoza, jefe del programa de salud animal de la delegación de SAGARPA en el estado, dijo que Michoacán se mantuvo en el año 2013, como el séptimo mejor productor nacional en carne de cerdo en canal, con 42 mil toneladas, además de que la piara porcina se conservó en términos generales.

Las perspectivas para el 2014, son buenas ya que se espera que para los meses de abril o mayo, Michoacán sea declarado libre de la enfermedad de Fiebre Porcina Clásica y Aujesky, lo que permitirá tener mejores condiciones y perspectivas de producción.

“Además que el precio del cerdo repuntó, registrando un incremento en este año, oscilando entre los 27 y 30 pesos por kilo”.

En cuanto a los programas federales de la dependencia, dijo que se tiene contemplado la construcción de un Rastro TIF y un Obrador TIF para la región de La Piedad.

“La producción de carne de cerdo de Michoacán está enfocada al mercado nacional, pero si se abre la expectativa de las exportaciones, los precios habrán de mejorar”, enfatizó.

Los cambios climáticos, la producción global de granos y el aspecto comercial, desde el Tratado de Libre Comercio, afectaron a los productores en función de las importaciones que se tuvieron de cerdos, además que la producción tecnificada se está concentrando en pocas manos.

“La porcicultura es un tema eminentemente comercial, en donde la producción, productividad y los mercados internacionales y nacionales están siendo absorbidos por los grandes porcicultores. Los productores medianos, tendrán que acceder a mercados locales y regionales, buscando el retorno de sus inversiones”, finalizó.

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