Aparece con vida, pero torturado, sacerdote secuestrado en Veracruz
Luego de que el cura y activista social desapareció la madrugada del viernes 11 de noviembre, la diócesis a la que está adscrito, la de San Andrés Tuxtla, confirmó su aparición
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Tuxtla, Veracruz, 13 de noviembre de 2016.- El padre José Luis Sánchez Ruiz apareció con vida, aunque fue abandonado con notables huellas de tortura, informó la diócesis de San Andrés Tuxtla, Veracruz.
Luego de que el cura y activista social desapareció la madrugada del viernes 11 de noviembre, la diócesis a la que está adscrito confirmó su aparición.
«Nuestro hermano sacerdote José Luis Sánchez Ruiz, desaparecido en la madrugada del viernes 11 de noviembre, ha aparecido. La noticia la recibimos hace unas horas y la hemos confirmado. Efectivamente, el padre José Luis Sánchez Ruiz fue abandonado con notables huellas de tortura. Pedimos a todos respeto ante la situación actual del padre, y esperar la intervención oportuna del fiscal, quien ha estado y seguirá estando en constante comunicación con el vicario general, el Pbro. José Luis Martínez Cruz», indicó.
En una misiva firmada por Fidencio López Plaza, V obispo de la diócesis de San Andrés Tuxtla, reconoció a la autoridades del gobierno de Veracruz «su empeño en la búsqueda del padre José Luis, agradecemos la sentida solidaridad y la oración de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y en particular a los obispos de la Provincia Eclesiástica de Veracruz, agradecemos a todos los fieles laicos que desde sus parroquias y animados por sus sacerdotes, han permanecido en estado de oración».
Sin embargo, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía General del Estado, el sacerdote no se ha presentado a declarar ante el Ministerio Público sobre las condiciones de su desaparición y del estado en que apareció.
Tras su desaparición el viernes pasado, durante todo ese día y el sábado decenas de habitantes del municipio de Catemaco bloquearon carreteras y tomaron y quemaron una parte del Palacio Municipal y una patrulla de la policía local.
Los inconformes además destrozaron y saquearon la casa del alcalde, Jorge González Azamar, quien reclamó al gobernador interino, Flavino Ríos, la falta de intervención estatal.
Según testigos, el cura y activista social fue sacado de su domicilio, por hombres vestidos de policías.