Respalda Arquidiócesis de Morelia donación y trasplante de órganos
El próximo 26 de septiembre se celebra en México el Día Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, recordó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias
Morelia, Michoacán, 22 de septiembre de 2019.- El próximo 26 de septiembre se celebra en México el Día Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, recordó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
“En este Día se nos hace conciencia sobre el valor de la Donación de Órganos y Tejidos con respecto a un creciente número de enfermos, cuya única posibilidad de seguir viviendo o de mejorar sus condiciones de vida, es un trasplante para lo que necesitan de “otros” o nosotros”, expresó.
Carlos Garfias indicó que la Iglesia considera que cada día se hace más necesaria la disponibilidad de órganos y tejidos para trasplantes.
“Mucha gente no está enterada de lo importante que es donar sus órganos para dar vida o prolongar la vida de otras personas. Tristemente no hay una cultura de la donación a pesar que diversas instituciones han colaborado para incrementar el número de donantes, sin embargo todavía existe un gran número de personas que no tienen cultura de donación y no donan órganos lo que rebasa la gran demanda que existe”, expresó.
El arzobispo de Morelia recordó que la doctrina de la Iglesia Católica respalda y estimula la generosidad de los donantes dentro de un contexto apropiado: el Catecismo de la Iglesia Católica establece en el número 2296 el criterio moral para la adecuada donación y trasplante de órganos:
“El trasplante de órganos es conforme a la ley moral si los daños y los riesgos físicos y psíquicos que padece el donante son proporcionados al bien que se busca para el destinatario. La donación de órganos después de la muerte es un acto noble y meritorio, que hay que alentar como manifestación de solidaridad generosa. Sin embargo, es moralmente inadmisible si el donante o sus legítimos representantes no han dado su explícito consentimiento”.
Garfias Merlos indicó que el Papa San Juan Pablo II calificó la donación de órganos como “un auténtico acto de amor”, puso de relieve que el cuerpo humano no puede ser considerado únicamente como un complejo de tejidos, órganos y funciones, sino que es parte constitutiva de la persona.
Es aceptable la donación pero no el comercio de órganos, advirtió: “toda tendencia a comercializar los órganos humanos o a considerarlos como unidades de intercambio o de venta, resulta moralmente inaceptable, porque a través de la utilización del cuerpo como ‘objeto’, se viola la misma dignidad de la persona”.
Por ello, el líder religioso expresó que para los trasplantes y donación de órganos es importante que la persona que done los órganos sea adecuadamente informada, de modo que decida libremente y en caso de imposibilidad, se requiere “un eventual consenso por parte de los parientes”: «Donar los propios órganos es un gesto de amor moralmente lícito siempre que sea un acto libre y espontáneo».