La estimación del 15%
El Partido del Trabajo, tan pronto como se acerque el proceso electoral intermedio, tendrá más elementos para hacer valer su peso en la coalición

Morelia, Michoacán, 23 de junio de 2025.- Los liderazgos más visibles del Partido del Trabajo, que se han echado al hombro una tarea de coordinación y planeación para el fortalecimiento de las estructuras, dada su relevancia, siguen trabajando a la par de las plataformas a nivel nacional. Gracias a ello, hace poco, se pudieron concretar las metas que se trazaron. Una de ellas, pese a las distintas circunstancias de Durango y Veracruz, fue el crecimiento significativo en presencia territorial. El mismo PT, con registros detallados, ganó simpatía y, de paso, amplió el número de municipios que gobernará en este periodo. Eso, que le ha otorgado mayor existencia y fortaleza interna, los coloca en otras latitudes. Son, desde luego, elementos que estaban previstos y que, si los comparamos con otros ejercicios democráticos, nos da por añadidura un incremento en el porcentaje de estimación.
Se vio que, hace unas semanas, se cumplieron los pronósticos que hizo el coordinador de los diputados del PT en San Lázaro, Reginaldo Sandoval. Él mismo, que anticipó la proyección que hicieron en Veracruz y Durango, ratificó que el Partido del Trabajo, pieza crucial del andamiaje de la transformación, se ha consagrado, como dijo él, en una locomotora y vanguardia de transformación. Eso que podemos llamar congruencia de una base de principios, ponen principal acento en lo que realmente representa el PT. Durante todo este trayecto, sin duda, el petismo, en esta era cambiante de progreso, es la auténtica izquierda. Y alguien que ha mantenido intacta esa esencia, en definitiva, tiene un porvenir prometedor que ha comenzado a dilucidar con el saldo que arrojó la jornada del primero de junio.
En lo político, por ejemplo, el PT triplicó el número de participación a su favor en Veracruz. Hizo valer, de hecho, esa labor que han construido liderazgos como Reginaldo Sandoval a lo largo de estos años. Y él, hombre de todas las confianzas de Alberto Anaya, presidente nacional del Partido del Trabajo, ha hecho que esta gran columna vertebral siga abriéndose camino, especialmente por las condiciones que se dieron en la entidad que citamos. Recordemos que, como fuerza, el PT compitió solo en Veracruz. Eso, para muchos, acrecentó las versiones de que sería un reto titánico que restaría empuje. Para sorpresa de ello, tal y como lo adelantó Reginaldo Sandoval, la victoria significó un trote contundente y palpable. Ese paso decisivo, en este momento, le da mayor margen de maniobra y, desde luego, inmensa legitimidad para los puestos de elección popular que se jugarán en 2027.
Del lado del PT, sin duda, hay disposición y voluntad para seguir construyendo una alianza que, además de que ha sido duradera por su afinidad, sea la punta de lanza para ganar el mayor número de gubernaturas y, con ello, obtener mayoría calificada en la Cámara de Diputados, máxime porque el PT, en ese crecimiento, ha atraído más las confianzas de grandes sectores de la población. Eso, naturalmente, no es producto de la casualidad, sino del trabajo territorial que se lleva a cabo con la gente. No hay que perder de vista esa situación, sobre todo cuando la calificamos como altamente productiva, pues eso, a lo ojos de todo el mundo, se llama consagración que, por supuesto, no debe ignorar Morena. De hecho, las estimaciones de crecimiento que ha proyectado a corto plazo el coordinador de los diputados del PT, por obvias razones, tienen mucho sentido. Me refiero al porcentaje de intención del voto que, en ese tamaño, puede llegar a crecer hasta el 15%, muy por encima de fuerzas como PVEM y PRI.
Con ese despegue importante, entonces, el Partido del Trabajo, tan pronto como se acerque el proceso electoral intermedio, tendrá más elementos para hacer valer su peso en la coalición. No se trata de cuotas de poder, sino de respeto y equilibrio en los puestos de participación popular. Precisamente allí, con una actitud sobrada, la dirigencia estatal de Morena en Veracruz pensó erróneamente qué competir solos desembocarían, por la marca, numerosas victorias a lo largo y ancho de la entidad. No fue así. La lógica indicaba a edificar una alianza sólida y vigorosa que, en esa consigna de sumar, han alcanzado metas específicas, sobre todo en el legislativo federal, donde se construyen las bases del proyecto de transformación. Siendo así, queda claro, Luisa María Alcalde, líder de Morena a nivel nacional, tendrá que atender ese tema personalmente para lo que se avecina.
Al PT, por su génesis y trayectoria en la lucha democrática del país, hay que incluirlo siempre en este proyecto de transformación. Lo de Veracruz, que tiene que servir de experiencia, no debe volver a suceder, sobre todo por el menosprecio de algunos actores políticos de Morena. De hecho, eso puede servir de ejemplo para aprovechar al máximo este momento coyuntural que atraviesa el país. El PT, en ese tesitura, es indispensable en el armado. Sin él, ya lo dijimos, sería imposible la aprobación del paquete de iniciativas que puso sobre la mesa la presidenta constitucional. Y como el compromiso con la jefa de Estado es fuerte, lo dijo el mismo Reginaldo Sandoval, el petismo seguirá siendo un motor de impulso en la agenda de la cuarta transformación de la que ellos, por supuesto, son pieza clave del engranaje.