PVEM y PRI son una asociación delictuosa: Martín García Avilés

Ambos partidos se han dedicado a cometer el mayor número de tropelías y violaciones a la ley que ameritan que les retiren el registro, ya que hacen de la violación de las normas electorales y legales y deporte, señaló el secretario nacional de Operación Política del PRD

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Morelia, Michoacán, 27 de mayo de 2015.- La desfachatez con la que se desempeña Jonathan Sanata, dirigente del cuestionado Partido Verde en Michoacán, resulta cínica, toda vez que su partido pretendía hacer diputado al hermano de Rafael Cedeño Hernández, El Cede, líder del crimen organizado y quiere que darle fuero al conocido delincuente electoral Ernesto “El moches” Núñez, criticó Martín García Avilés.

El secretario Nacional de Operación Política del PRD subrayó que Sanata carece de calidad moral, ética y política para hacer señalamientos, cuando está al frente del partido más corrupto y más sancionado en la historia reciente de México.

“El Partido Verde y el PRI son una asociación delictuosa, se han dedicado a cometer el mayor número de tropelías y violaciones a la ley que ameritan que les retiren el registro, ya que hacen de la violación de las normas electorales y legales y deporte. En lugar de un tucán el Partido Verde debería de colocar un zopilote en su logo, ave carroñera que se alimenta en basureros”, enfatizó.

García Avilés indicó que cuando el dirigente PVEM habla de moches, se escucha un tono de orgullo, ya que ésta práctica es endémica de éste partido.

Reiteró que ya en las colonias populares de Morelia conocen a su candidato  a diputado como Ernesto “el uñas” Núñez, quien a falta de propuestas piensa ganar la elección repartiendo despensas, como ha quedado registrado en varios videos que circulan en las redes sociales.

“Si hablamos de moches, el campeón de la extorsión política es Ernesto Núñez, émulo de Raúl Salinas de Gortari, el señor de los diezmos. Todos recordamos aquel audio en donde el candidato del Partido Muerde se quería echar la bolsa algunos millones, utilizando a gestores culturales para que les hiciera el trabajo sucio”, enfatizó García Avilés.