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7 de cada 10 tienditas en riesgo de cerrar ante inflación y bajas ventas

Los principales factores que están llevando a estos negocios al cierre son el aumento de precios, la inflación, el bajo número de ventas y la extorsión

Ciudad de México, 17 de julio de 2025.- La inflación, la falta de ventas y la extorsión llevan a siete de cada 10 tienditas a estar en riesgo de cerrar definitivamente, revela la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

De acuerdo con la Encuesta #25: Pulso de la Tienda de Barrio 2025 de la Anpec, 68.3% de las tienditas se han visto en la necesidad de cerrar temporalmente, ya sea un día entre semana o por horas, para asegurar su permanencia.

Incluso, el 77% dice sentir que su negocio está en riesgo de cerrar definitivamente y para evitarlo tres de cada 10 negocios han dejado de pagar servicios básicos como, agua o predial.

“No es opción desistir, pero resistir cuesta cada vez más esfuerzo. Esta resiliencia es dolorosa. Las tienditas aguantan, no por ganancia, sino por compromiso. Venden con pérdida, resisten sin apoyo, y siguen por orgullo”, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de Anpec.

Los principales factores que están llevando a estos negocios al cierre son el aumento de precios, ocasionado por la inflación, el bajo número de ventas y la extorsión, debido a que cuatro de cada 10 negocios viven extorsión, ya sea de telefónica o de pandillas locales.

“El fenómeno de la extorsión está presente en casi todas las actividades comerciales, desde barrios alejados hasta zonas urbanas con mayor capacidad de consumo. La extorsión es el principal problema que enfrenta el pequeño comercio en México”, puntualiza Cuauhtémoc Rivera.

Negocios que resisten, pero con pérdidas

La encuesta, que contó con la participación de 3,000 comerciantes, destaca que 62.9% de los pequeños negocios ha tenido que vender a perdidas, es decir, comercializar los productos a costo de proveedor, sin obtener ganancias, sólo para mantener el negocio.

De hecho 72.8% ha reducido su margen de ganancia y 53% se ha visto en la necesidad de cambiar de proveedor o marca, por una de menor costo para resurtir el inventario y continuar ofreciendo un producto al consumidor.

El comerciante no solo vende, también amortigua el golpe de la inflación para no perder a su cliente. Reduce sus ganancias a fin de que el cliente regrese”, destaca Cuauhtémoc Rivera.

El impacto de la inflación

La inflación ha impactado en la capacidad de compra de los consumidores, quienes apuestan por productos más económicos, de hecho, el 75% de las tienditas dice haber perdido clientes porque prefieren productos más económicos. Además, señalan el aumento de gente que pide fiado.

“Hay una competencia feroz entre el canal informal, de convenciones inca y el canal tradicional”.

Los comerciantes consideran que la inflación fue peor este año, lo cual ha llevado a que las personas cada vez compren menos productos, pues gastan en promedio 100 pesos al día y ya dejaron de consumir comida enlatada y pan de caja.

Esto es reflejo de que los clientes están apostando a comprar por precio y no por calidad. “El comercio vive una paradoja: las tiendas están abiertas, pero los refrigeradores vacíos. El poder adquisitivo se ha roto y la inflación alimentaria marca cada decisión de supervivencia”.

Perfil del tendero

El informe de la Anpec destaca que ocho de cada 10 tienditas son de abarrotes y 62% tienen menos de 10 años. Además, la mitad opera desde casa.

Un punto importante a destacar es que estos negocios, que “son el tejido del barrio”, son creado, en el 32% de los casos por necesidad, ante el desempleo o despido y 48% como una forma de emprendimiento.

Es este espíritu emprendedor el que los lleva a ser resilientes y continuar a pesar de las pérdidas económicas. “Las tienditas aguantan, no por ganancia, sino por orgullo”, puntualiza Cuauhtémoc Rivera. (CON INFORMACIÓN DE: EL ECONOMISTA)

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