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¿Adiós al efectivo en México? La “tasa cero” que preparan los bancos para cambiar cómo pagamos

Para impulsar el financiamiento, seis bancos participan en un programa de garantías que permite otorgar créditos cubiertos hasta en un 70 por ciento y con tasas más competitivas

Morelia, Michoacán, 25 de noviembre de 2025.- La Asociación de Bancos de México (ABM) lanzó una propuesta que podría redefinir la forma en que los pequeños negocios se integran al sistema financiero; ofrecer una tasa cero permanente en la cuota de intercambio para comercios que hoy no aceptan tarjeta. La iniciativa, presentada ante Banxico, la CNBV y la Secretaría de Hacienda, apunta directamente al corazón de la economía mexicana: el dominio del efectivo.

Hoy, el efectivo sigue siendo protagonista en más del 70 por ciento de las transacciones en el país, según datos de Banxico. Para los pequeños negocios, las comisiones siguen siendo la barrera principal para adoptar terminales, incluso cuando la demanda de pagos digitales crece año con año.

La propuesta de la ABM busca eliminar esa fricción desde el primer día, si un negocio nuevo quiere empezar a aceptar tarjeta, no pagaría cuota de intercambio. Con esto, los bancos esperan acelerar la digitalización y ampliar la formalización de miles de comercios que aún operan al margen del sistema financiero.

Ante eso, Emilio Romano, presidente de la ABM, afirmó que la digitalización total solo será posible si México deja de dividir esfuerzos. CoDi y DiMo —dos herramientas que dependen del SPEI— compiten entre sí y han logrado resultados dispares.

CoDi, a pesar del impulso inicial de Banxico, no alcanzó adopción masiva y hoy apenas un segmento reducido lo utiliza con frecuencia. DiMo, más reciente, ha mostrado mejor ritmo, pero todavía no genera un ecosistema robusto.

Romano planteó fusionar ambos servicios para crear una sola interfaz, fácil de usar y capaz de competir con tarjetas de crédito y débito. Esa consolidación permitiría que el SPEI, la infraestructura de pagos más estable del país, se convierta en un sustituto real para compras cotidianas.

La ABM destacó que el país ha logrado un avance palpable en bancarización empresarial. El Plan México fijó la meta de elevar del 24 por ciento al 30 por ciento la bancarización de las mipymes. Actualmente, el indicador alcanzó 26.5 por ciento, un incremento que, aunque positivo, confirma que aún existe un amplio margen de mejora.

Para impulsar el financiamiento, seis bancos participan en un programa de garantías que permite otorgar créditos cubiertos hasta en un 70 por ciento y con tasas más competitivas. En un contexto donde apenas 12 por ciento de las mipymes accede a crédito formal, esta estrategia busca romper el ciclo de informalidad y falta de capital.

Asimismo, Romano fue claro al subrayar que el mercado de tarjetas no debe perder dinamismo. Reconoció que los emisores cumplen un papel esencial dentro de la economía, pero advirtió sobre los riesgos de permitir una concentración excesiva.

El avance de los bancos digitales agrega otro elemento a la ecuación: estos nuevos jugadores apenas están siendo autorizados, por lo que mantener comisiones en niveles razonables evitará que unos pocos actores dominen el mercado y limiten la oferta para consumidores y comercios.

Hacia una economía más segura, trazable y eficiente

En ese sentido, reducir la dependencia del efectivo no es solo un asunto de modernización tecnológica; es un motor económico. Países con mayor digitalización financiera registran menores costos operativos, mayor trazabilidad y reducciones significativas en actividades ilícitas.

México aún mueve más de 800 millones de billetes y monedas al día. Cambiar ese hábito implica transformar la cultura de pago, mejorar la infraestructura y ofrecer incentivos tan contundentes como una tasa cero de entrada para los nuevos comercios que quieran sumarse al ecosistema digital.

Si la propuesta de la ABM avanza, el país podría ver una ola de pequeños negocios incorporándose al sistema financiero sin la preocupación de asumir comisiones desde el primer día. Para un micronegocio, aceptar tarjeta sin costos iniciales puede ser la diferencia entre mantenerse en efectivo o dar el salto tecnológico.

La combinación de una tasa cero, una plataforma unificada entre CoDi y DiMo y mayor acceso a crédito coloca a México en una posición estratégica para acelerar su digitalización en 2026. El beneficio final no es solo para los bancos o para los comercios: es para el consumidor, que encuentra opciones más rápidas, seguras y eficientes en cada compra.

(CON INFORMACIÓN DE: MERCA2.0)

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