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CEM clama por la paz, ante asesinato de alcalde en Uruapan, Michoacán

Los obispos advirtieron que los grupos armados que controlan regiones son el verdadero crimen a enfrentar

Morelia, Michoacán, 03 de noviembre de 2025.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su profunda consternación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, y llamó a enfrentar con determinación las causas que sostienen la violencia en el país.

En su mensaje, los obispos recordaron que “ya no basta aprehender al asesino: hay que combatir la raíz de estos crímenes”.

La violencia que hiere a México.

En su comunicado, la CEM lamentó que la muerte del alcalde se sume a una serie de asesinatos de personas que se atrevieron a levantar la voz y enfrentar la falta de Estado de Derecho en sus comunidades.

Los obispos señalaron que la presencia ordinaria de grupos armados que controlan la vida pública en diversas regiones constituye el verdadero crimen que las autoridades deben enfrentar.

 “El despojo de tierras, las amenazas a productores, comerciantes y gobernantes reflejan un grave debilitamiento del orden constitucional”, subrayó la Conferencia.

Los prelados insistieron en que los tres órdenes de gobierno tienen la obligación de garantizar la paz y la seguridad de los ciudadanos.

Además, la CEM reconoció la entrega de sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral.

Mismos que permanecen cercanos a sus comunidades, aun en contextos de violencia.

Destacó que su presencia fiel y silenciosa es signo vivo de la luz de Cristo, una luz que no se apaga ante la oscuridad del dolor y la injusticia.

“La entrega silenciosa y valiente de estas personas es signo vivo de la presencia de Cristo en medio de su pueblo”, expresó la Conferencia.

Los obispos reiteraron su compromiso de caminar junto a los pueblos.

Anunciando el Evangelio y abriendo caminos de esperanza, incluso en medio del miedo y la incertidumbre.

Un llamado a detener la violencia

 “Llamamos a todos los mexicanos que están provocando esta violencia a detenerla y respetar la vida de todos, pues cada hermano es un don de Dios”.

El comunicado recordó las palabras bíblicas: “Caín, ¿dónde está tu hermano?” (Gn 4,9), y exhortó a quienes hacen el mal a reconocer que nadie encuentra la felicidad transgrediendo la dignidad del prójimo.

El Episcopado insistió en que la tarea de construir la paz no corresponde solo a las autoridades, sino a todos los mexicanos.

Familias, maestros, comerciantes, empresarios, comunidades religiosas y funcionarios deben defender los valores de la patria que permiten vivir con dignidad, paz y libertad.

La CEM ofreció el Diálogo Nacional por la Paz como un espacio de encuentro y coordinación entre la sociedad civil y los tres niveles de gobierno.

Además, pidió redoblar esfuerzos con inteligencia y determinación para restaurar el tejido social y garantizar la vida de todos los ciudadanos.

Finalmente, los obispos encomendaron el futuro de México a Nuestra Madre Santísima de Guadalupe.

Pidieron su intercesión para alcanzar la paz, la libertad y el desarrollo que el país merece.

(CON INFORMACIÓN DE: SIETE 24)

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