El P. Espinosa de los Monteros revela su secreto para llegar a millones de almas
Los videos del P. Espinosa de los Monteros tienen millones de reproducciones, y ha viajado por casi todo el mundo, llenando auditorios, salones, templos y plazas
Ciudad de México, 21 de septiembre de 2022.- El padre Angel Espinosa de los Monteros se ha convertido en una imagen viral en los últimos años en todas las redes sociales. Sus videos tienen millones de reproducciones, ha viajado por casi todo el mundo, llenando auditorios, salones, templos y todo tipo de plazas. Y es que sus seguidores encuentran en él, una forma sencilla de entender el Evangelio. En entrevista para Desde la fe, nos revela su secreto.
DLF: Padre Ángel Espinosa de los Monteros, ¿cuántos años, cuántas conferencias y cuántos países ha visitado?
- AEM: Visitados, si sumamos las conferencias y las peregrinaciones y los lugares en donde me ha tocado trabajar o hacer misiones, pues ya son 70 países. Tengo conferencias cada año, más o menos en unos 20 países, desde Canadá hasta Argentina.
La clave del éxito de las conferencias del P. Espinosa de los Monteros
DLF: ¿Cuál ha sido la clave del éxito?, ¿cómo descubrió la fórmula para que sus conferencias sean tan solicitadas?
- AEM: Yo creo que es un don de Dios. Desde que comencé, comencé así. No me gusta hablar con vocabulario muy rebuscado, así que le hablo a la gente con lo que tengo en mi corazón y, sobre todo, me ayudó mucho que dediqué horas y horas de mi vida, sobre todo los primeros 15 años de sacerdocio, a escuchar a la gente, a unos como director espiritual, a otros simplemente en confesión y a otros más fuera de la confesión. Y de tanto que uno oye, no es que yo me convierta en maestro, sino que sé que se puede perdonar un adulterio, sé que se puedo volver, sé que se puede reconstruir, sé que se puede vivir feliz en la vida matrimonial, sé que se puede aceptar y convivir de maravilla con la familia política.
Cuando me dicen “¿usted cómo sabe que se puede perdonar un adulterio?”, yo les digo: ‘Yo no he perdonado ninguno, no tengo mujer, yo no tengo familia política, pero yo puedo decirte todas las maravillas que veo. Yo nunca he estado en la luna, pero sé perfectamente que ahí está la luna y que tiene cráteres porque lo he visto’.
Entonces, me dedico a hablarle a la gente de todo lo que sé, lo que he escuchado, los milagros que Dios hace en tanta gente que se presta y, sobre todo, el poder de la oración y de los Sacramentos.
Contenidos virales para la gloria de Dios
DLF: Padre, sus videos son muy virales, ¿qué siente en su corazón?
P.AEM: Como llevo tantos años ya viendo y oyendo estas cosas, hace 20 años decidí ponerme un impermeable ante todas las alabanzas y cosas, pues todas son para Dios; a mí me importa un comino y sigo trabajando.
Hay muchísimas alabanzas y hay unas críticas tremendas, pues a veces sólo suben los chistes y me dicen “cura payaso, vaya manera de atender a la gente”. Hay gente que te saca de contexto.
Entonces, si de Cristo hablaron maravillas, de Cristo hablaron mal, hubo quien dijo “nunca he oído hablar a un hombre como éste”, y hubo quien dijo “este hombre es blasfemo”, pues ¿qué se puede esperar de uno mismo?. Hay gente a la que le encanta lo que digo y gente que habla de mí.
El amargo cáliz del padre Espinosa de los Monteros
DLF: -¿Ha tenido momentos difíciles, su cáliz?
P.AEM: Sí, muchos. En mi época de formación, los cambios de trabajo, cuando te acostumbras a un ritmo de vida y después vienen cambios, pero realmente mi verdadero dolor es lo que sufre la Iglesia: las almas que se pierden, las almas que se alejan, los ataques a la familia, la permisividad del aborto, la eutanasia, pero también los tipos de familia que se quieren inventar, que no existen, porque la familia es un hombre, una mujer y unos hijos -si Dios quiere-, pero estos tipos de familia, dos mujeres, dos hombres, el matrimonio igualitario y tantas estupideces que se oyen por ahí, pues no.
Me duele muchísimo la gente que se aleja de Dios, la gente que se va a la sectas, los escándalos de la Iglesia, la mediocridad (primero la mía), desde luego los errores que yo he cometido, esos son el verdadero cáliz, no tanto que me hayan cambiado de un trabajo o que esta mañana me levanté con dolor de cabeza. Me apena lo que está pasando con muchas almas y con la Iglesia. (CON INFORMACIÓN DE DESDE LA FE)