La inteligencia artificial requiere una profunda reflexión teológica, señala obispo italiano
Mons. Marcianò insta a reflexionar sobre el impacto ético de la inteligencia artificial
Morelia, Michoacán, 29 de octubre de 2024.- Por su capacidad de impacto para bien o para mal, es necesaria una reflexión teológica y antropológica sobre la inteligencia artificial, ha afirmado Mons. Santo Marcianò, Ordinario Militar en Italia.
El prelado hizo esta afirmación durante la conferencia nacional de capellanes militares que se lleva cabo en Asís (Italia).
De acuerdo a la agencia italiana SIR, Mons. Marcianò, señaló que, si bien la aplicación de la inteligencia artificial “puede conducir a progresos innegables”, se “requiere una profunda reflexión antropológica y teológica, debido a su omnipresencia y su capacidad de impactar, para bien o para mal, en la vida de las personas”.
Pero también, añadió, tiene implicancias “sobre la historia, especialmente en una época caracterizada a menudo como ‘posmodernidad’, ‘posthumanismo’, ‘transhumanismo‘”.
Asimismo, dijo que “entre los riesgos más inquietantes de la inteligencia artificial, especialmente para nosotros los pastores, debe incluirse sin lugar a dudas la pedofilia en línea, con los crímenes brutales que genera”.
Las implicancias de la inteligencia artificial han sido abordadas por varios obispos en los últimos años, y quien le ha dado un gran énfasis a su reflexión es el Papa Francisco, quien en su discurso en junio de 2024 a los participantes de la sesión del G7 afirmó que se trata de “un instrumento extremadamente poderoso”.
“No podemos dudar, ciertamente, de que la llegada de la inteligencia artificial representa una auténtica revolución cognitiva-industrial, que contribuirá a la creación de un nuevo sistema social caracterizado por complejas transformaciones de época”, señaló, y puso como ejemplos los avances en el saber y “la posibilidad de delegar a las máquinas los trabajos desgastantes”.
Sin embargo, indicó que “al mismo tiempo, podría traer consigo una mayor inequidad entre naciones avanzadas y naciones en vías de desarrollo, entre clases sociales dominantes y clases sociales oprimidas, poniendo así en peligro la posibilidad de una ‘cultura del encuentro’ y favoreciendo una ‘cultura del descarte’”.
Por ello, el Papa dijo que para que este instrumento sirva al bien común y a la construcción de un futuro mejor, debe contener una inspiración ética. “La decisión ética, de hecho, es aquella que tiene en cuenta no sólo los resultados de una acción, sino también los valores en juego y los deberes que se derivan de esos valores”, expresó el pasado junio. (CON INFORMACIÓN DE: ACIPRENSA)