Nagasaki repone campana de catedral, 80 años tras la bomba atómica
Recaudan 125 mil dólares para reconstruir símbolo histórico tras bombardeo atómico

Morelia, Michoacán, 28 de julio de 2025.- Los católicos de Nagasaki (Japón) han reemplazado una campana en el campanario de su catedral casi exactamente 80 años después de que fuera destruida por la bomba atómica que arrasó la mayor parte de la ciudad al final de la Segunda Guerra Mundial.
Un esfuerzo internacional para financiar la construcción e instalación de la campana en la Catedral de Urakami recaudó 125.000 dólares en poco más de un año, fondos que provino de más de 600 donantes individuales, según indica James Nolan, profesor del Williams College.
Nagasaki fue una de las dos ciudades japonesas, junto con Hiroshima, destruidas en gran parte por las bombas atómicas estadounidenses al final de la Segunda Guerra Mundial. La ciudad fue arrasada el 9 de agosto de 1945, lo que marcó la segunda y última vez que se utilizó una bomba atómica como acto de guerra.
El año pasado Nolan dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que los feligreses de la Catedral de Urakami lograron desenterrar una de las campanas originales después del bombardeo y salvarla. La campana fue instalada en el campanario derecho de la catedral después de su reconstrucción en 1959.
Sin embargo, la campana resultó destruida y la segunda torre reconstruida permaneció vacía durante décadas.
Nolan, profesor de sociología que visitaba Nagasaki con frecuencia mientras escribía e investigaba un libro sobre la respuesta de la población católica local al bombardeo, dijo que un feligrés de la catedral, Kojiro Moriuchi, le comentó en un momento que sería «maravilloso si los católicos estadounidenses nos dieran la campana para la torre izquierda», lo que llevó al catedrático a encabezar el esfuerzo para reemplazar la campana.
Para Nolan, su participación en el proyecto es un asunto personal. Su abuelo fue director médico en las instalaciones de Los Álamos en Nuevo México, donde se desarrolló la bomba atómica, y posteriormente viajó con un equipo de reconocimiento a Nagasaki e Hiroshima luego del estallido de las bombas.
La gente “se mostró dispuesta a donar una vez que supieron la historia de Nagasaki”, dijo Nolan a CNA esta semana.
“Alcanzamos nuestra meta de 125,000 dólares el 15 de julio”, dijo. Los fondos cubrirán el costo de fabricación, transporte e instalación de la campana, añadió. “Recaudar los fondos tardó aproximadamente un año y cuatro meses. En total, hubo 628 donaciones individuales”, precisó Nolan.
Moriuchi habló en la ceremonia de bendición el 17 de julio y “se emocionó un poco”, comentó Nolan.
El Arzobispo de Nagasaki, Mons. Peter Michiaki Nakamura, bendijo la campana ese día y la nombró “Campana de la Esperanza de Santa Kateri”, según Associated Press.
La campana se instalará oficialmente el 9 de agosto, ocho décadas después de que la parroquia fuera arrasada por la bomba atómica. Nolan indicó que sonará a las 11:02 a. m., el momento exacto en que la bomba detonó a unos 500 metros al oeste de la iglesia en 1945.
En el lugar del bombardeo, parte del muro de la antigua catedral destruida se alza en el Parque de la Paz de Nagasaki. Mientras tanto, en la parroquia reconstruida al este, Nolan expresó su esperanza de que la campana «genere el fruto de fomentar la esperanza, la paz y la solidaridad entre los católicos estadounidenses y japoneses».
En comentarios pronunciados en la ceremonia de bendición de este mes, Nolan dijo que los católicos estadounidenses que se enteraron de la destrucción causada en Nagasaki “expresaron dolor, arrepentimiento, tristeza y un deseo de perdón y reconciliación”.
Una persona, dijo, le escribió: “Que el sonido de estas campanas continúe recordando a la gente de Nagasaki nuestro dolor por lo que su pueblo ha soportado y les reafirme nuestro amor y el de Dios por ellos”.
Otro comentó que la donación de la campana tenía como objetivo “curar las heridas de esta guerra y avanzar hacia la paz mundial”. (CON INFORMACIÓN DE: ACIPRENSA)