Obispos denuncian la deplorable situación de seguridad en Nigeria
El comunicado condenó secuestros masivos y asesinatos recientes que han desplazado a miles de ciudadanos indefensos
Morelia, Michoacán, 01 de diciembre de 2025.- Los obispos católicos de Nigeria denunciaron la deplorable situación de inseguridad que hay en el país, advirtiendo que los persistentes asesinatos, secuestros y destrucción de comunidades exigen una acción gubernamental urgente y decisiva para salvaguardar la vida y los bienes de los ciudadanos.
En un comunicado emitido el martes 25 de noviembre, la Conferencia Episcopal Católica de Nigeria afirmó que el frágil clima social y religioso se agrava peligrosamente por los continuos ataques perpetrados con alarmante impunidad.
«La deplorable situación de seguridad en nuestra nación, Nigeria, y el discurso que calienta el frágil clima social y religioso del país son verdaderamente preocupantes. Aún más dolorosa es la violencia persistente que se ha cobrado innumerables vidas, destruido hogares y desplazado a familias«, señala el texto.
Los obispos también condenaron el terror que los grupos armados están sembrando en los ciudadanos indefensos. “Es motivo de profunda preocupación que varias comunidades predominantemente cristianas, en particular en las regiones norte y central del país, hayan sufrido repetidos y brutales ataques, que han causado numerosas víctimas y la trágica pérdida de muchas vidas cristianas”, expresaron.
Señalaron que, en algunos casos, ha habido informes inquietantes sobre respuestas de seguridad retrasadas o suspendidas, lo que da la impresión de una posible colusión o falta de voluntad para actuar.
Añadieron que la destrucción y ocupación casi total de algunas comunidades, y los continuos ataques contra las personas desplazadas, incluso en los campamentos, han profundizado el sentimiento de abandono y desesperación de la población.
“Estas condiciones prolongadas e insoportables han dado crédito a las acusaciones de ‘genocidio’ en algunos sectores. Sin embargo, conscientes de la sagrada dignidad y el inestimable valor de cada vida humana, nos preocupa igualmente profundamente que los musulmanes y muchos otros ciudadanos inocentes de diversos orígenes étnicos también hayan sido víctimas de esta misma crueldad que continúa profanando nuestra humanidad común”, expresó el Episcopado católico.
El comunicado denunció los secuestros de fieles en el estado de Kwara (posteriormente liberados), de las 25 niñas en el estado de Kebbi, de 13 agricultoras en el estado de Borno, de 265 estudiantes y profesores en el estado de Níger, y el asesinato de más de 70 personas en Taraba del Sur, una tragedia que desplazó a miles de personas.
En medio de los persistentes desafíos de seguridad, el Episcopado instó al gobierno a “cumplir con urgencia y decisión su principal deber, como lo dispone el artículo 14(2)(b) de la Constitución de 1999, de proteger la vida y los bienes de todos los ciudadanos”.
“El Gobierno tiene la responsabilidad y los medios para poner fin a esta violencia y no debe seguir permitiendo que prevalezca la impunidad. Los responsables de estos crímenes atroces deben ser identificados y llevados ante la justicia, ya que sin rendición de cuentas no puede haber una paz duradera”, enfatizaron los líderes de la Iglesia Católica.
El texto también señaló que las autoridades deben “tomar todas las medidas legales y urgentes para asegurar el regreso inmediato y seguro de todas las personas secuestradas, incluidas las niñas secuestradas en Kebbi, los alumnos y profesores secuestrados en Kontagora y las jóvenes secuestradas en Borno, y garantizar que los ciudadanos desplazados puedan regresar a sus hogares ancestrales”.
Este momento, dijeron los obispos nigerianos, “exige una acción decisiva para detener el terror que envuelve a nuestra nación y un diálogo significativo y la consolidación de la paz con el fin de restaurar la confianza entre nuestro pueblo”.
También insistieron en que una paz duradera no se puede lograr mediante “silencio o demora. Requiere justicia, valentía y un firme compromiso con la santidad de la vida humana. Los nigerianos y la comunidad internacional ya no pueden tolerar excusas para la continua inseguridad”.
En la declaración, los prelados también criticaron la discriminación continua contra las minorías cristianas en varios estados del norte, incluyendo la negación de terrenos para la construcción de iglesias y la destrucción de centros de culto durante los ataques de la insurgencia.
Advirtieron que la extralimitación de los tribunales de la sharía plantea amenazas constitucionales en una nación laica.
A pesar de la grave situación, los obispos católicos elogiaron a los nigerianos por su resiliencia e instaron a todos los ciudadanos, independientemente de su tribu, religión o afiliación política, a convertirse en «agentes de sanación» y defensores de la paz.
«En lugar de enfrascarnos en discusiones divisivas sobre quién ha sufrido más pérdidas —indicaron—, debemos unirnos para defender la sacralidad de cada vida humana. La paz es deber de todos». “Juntos, podemos transformar nuestra diversidad en fuerza y construir una nación que refleje verdaderamente armonía, justicia y esperanza”, añadieron.
«Que Dios, por intercesión de Nuestra Señora, Reina y Patrona de Nigeria, conceda a nuestra nación y a su pueblo paz, sanación y restauración», concluye el comunicado.
(CON INFORMACIÓN DE: ACIPRENSA)




