Ofrece Papa Francisco misa en Basílica de Guadalupe

“No te dejes vencer por tus dolores, tristezas, nos dice. Hoy nuevamente nos vuelve a enviar. Hoy nuevamente nos vuelve a pedir sé mi embajador, sé mi enviado a construir tantos y nuevos santuarios, acompañar tantas vidas, consolar tantas lágrimas”, expresó ante miles de fieles, en su primera misa en suelo mexicano

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México, D.F., 13 de febrero de 2016.- Al ofrecer misa en la Basílica de Guadalupe, el Papa Francisco dijo que la Virgen nos vuelve a pedir “sé mi embajador”, como lo fue Juan Diego.

“No te dejes vencer por tus dolores, tristezas, nos dice. Hoy nuevamente nos vuelve a enviar. Hoy nuevamente nos vuelve a pedir sé mi embajador, sé mi enviado a construir tantos y nuevos santuarios, acompañar tantas vidas, consolar tantas lágrimas”, expresó ante miles de fieles, en su primera misa en suelo mexicano.

“Sé mi embajador nos dice, dando de comer al hambriento, de beber al sediento, da lugar al necesitado, viste al desnudo y visita al enfermo. Socorre al que está preso, perdona al que te lastimó, consuela al que está triste, ten paciencia con los demás y, especialmente, pide y ruega a nuestro Dios”, agregó.

En la Basílica, donde miles de católicos se congregaron dentro y fuera del santuario, el Papa oró también porque México busque el progreso por medio de la justicia y la paz.

Al referirse al milagro de la Virgen María, el Papa Francisco señaló que en ese amanecer de diciembre de 1531 se producía el primer milagro que luego será la memoria viva de todo lo que ese Santuario, la Basílica de Guadalupe, custodia.

«En ese amanecer, en ese encuentro, Dios despertó la esperanza de su hijo Juan, la esperanza de un Pueblo. En ese amanecer Dios despertó y despierta la esperanza de los pequeños, de los sufrientes, de los desplazados y descartados, de todos aquellos que sienten que no tienen un lugar digno en estas tierras”, dijo.

«Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”.

Francisco expresó que como Juan Diego, quien no creía ser la persona adecuada para transmitir el mensaje de la Virgen “todos somos necesarios, especialmente aquellos que normalmente no cuentan por no estar a la altura de las circunstancias o no aportar el capital necesario para la construcción de las mismas”.

Desde el altar mayor de la Basílica, el Papa comentó que “la virgen María quiso visitar a los habitantes de esta tierra de América, caminó al Tepeyac para servir a esta gran nación”.