Pide el cardenal Norberto Rivera leyes que protejan a la familia
El cardenal Norberto Rivera Carrera pidió a los fieles orar por los poderes tanto Legislativo como Judicial para que promulguen y ejerzan leyes que defiendan a la familia «como Dios la creó»; asimismo, pidió una oración para que el presidente de México y otras autoridades vean por el bienestar social
–
Ciudad de México, 18 de septiembre de 2016.- El cardenal Norberto Rivera Carrera pidió a los fieles orar por los poderes tanto Legislativo como Judicial para que promulguen y ejerzan leyes que defiendan a la familia «como Dios la creó».
«Por los poderes legislativos y judicial para que haciendo posible la organización nacional promulguen y ejerzan las leyes necesarias para vivir en equidad y fraternidad defendiendo la familia como Dios la creó», se oró.
Al término de la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el prelado pidió orar por el presidente Enrique Peña Nieto, los encargados del gobierno federal, así como por el jefe de Gobierno Capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa y los gobernadores, para que vean por el bienestar social.
«Por el señor presidente Enrique Peña Nieto y todos los encargados del gobierno federal para que el espíritu santo los ilumine y los llene de sus dones. Por el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa y todos los encargados de los gobiernos estatales para que guíen a sus pueblos en amor justicia y paz teniendo siempre en cuenta el bienestar social».
También se pidió una oración por los integrantes de las Fuerzas Armadas «para que protegiendo con honestidad y sabiduría la nación encomendada puedan defender con la misma lealtad la fe en la cual han sido bautizados».
Los fieles oraron por los heridos y fallecidos en el ataque del grupo terrorista Daesh en Nueva York y Minnesota para que «el señor conceda el arrepentimiento a los atacantes, el eterno descanso a los difuntos y todos busquemos la paz mundial».
En su homilía, Rivera Carrera dijo que los países y las organizaciones internacionales, con habilidad y responsabilidad, pueden lograr el desarrollo de los pueblos y evitar que «con movimientos financieros y especulaciones monetarias sumerjan a los países del tercer mundo en una mayor miseria».
Dijo que la huída de los capitales suprime la posibilidad de abrir nuevas fuentes de trabajo y «cancela la posibilidad de crecer en salud, en educación en buenas viviendas en alimentación digna».
