¿Qué es el agua bendita? Conoce cómo se puede usar
Sabías que existen diferentes tipos de agua bendita y cada uno de ellos tiene una función específica

Morelia, Michoacán, 04 de septiembre de 2025.- El agua bendita es uno de los sacramentales más queridos en la vida de los católicos, porque no es un simple gesto que recibimos cuando entramos o salimos de misa, sino un signo de fe que nos recuerda nuestro Bautismo, nos protege del mal y nos dispone a recibir la gracia de Dios.
La Iglesia Católica, desde sus orígenes, ha empleado el agua bendita como un sacramental que dispone a los fieles a recibir la gracia de Dios, por lo que su uso está profundamente arraigado en la liturgia, en la vida devocional y en la tradición cristiana, además de que cuenta con fundamentos en el Catecismo de la Iglesia Católica y en el Código de Derecho Canónico.
¿Qué es realmente el agua bendita?
El agua bendita es agua natural sobre la que la Iglesia, por medio de un sacerdote, un obispo o un diácono, invoca a Dios mediante una bendición litúrgica, con el objetivo de que quienes la usan recuerden su Bautismo y reciban ayuda espiritual.
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica (nn. 1667-1670), el agua bendita es un sacramental: un signo sagrado instituido por la Iglesia que no otorga la gracia como un sacramento, pero nos prepara para recibirla y santifica diversas circunstancias de la vida por la intercesión de la Iglesia
Por lo anterior, cada vez que nos santiguamos con ella o el sacerdote, el obispo o el diácono nos imponen el agua bendita, renovamos nuestro compromiso bautismal y pedimos a Dios la purificación del corazón, así como la protección contra el mal.
¿Qué tipos de agua bendita existen?
Aunque para muchos fieles puede existir solo “una” agua bendita, la Iglesia ha establecido varios tipos, cada uno con un sentido particular. Así, de acuerdo con el Ritual Romano, existen diversos tipos de agua bendita, cada una con un propósito específico y con un rito particular de bendición: agua ordinaria, agua bautismal y agua de consagración (o “agua gregoriana”) y agua lustral.
Agua bendita ordinaria
Es el tipo más común de agua bendita y es utilizada para las bendiciones generales de personas, hogares y objetos. Esta se obtiene con una oración de bendición que hace el sacerdote.
Agua bautismal
El agua bautismal es bendecida de manera solemne durante la Vigilia Pascual, a menudo con la inmersión del cirio pascual, contiene aceite de catecúmenos y aceite de crisma, y se utiliza exclusivamente para administrar el sacramento del Bautismo.
Agua de consagración o gregoriana
El agua de consagración o agua gregoriana Se mezcla con sal exorcizada y cenizas, y se utiliza en la consagración de iglesias, altares y para reconciliar iglesias profanadas. Se llama “gregoriana” por el Papa Gregorio IX. Tradicionalmente se emplea para consagrar iglesias y altares, así como en exorcismos y bendiciones solemnes de hogares, lugares y objetos, pues representa un signo de purificación y liberación del mal.
Agua lustral
El agua lustral es agua bendita utilizada en procesiones o en el rito de aspersión al inicio de la Misa dominical, especialmente en Pascua. Su uso nos recuerda la purificación del pueblo de Dios y la gracia del Bautismo renovado por el Señor.
¿Para qué sirve el agua bendita?
El agua bendita no es un amuleto, por el contrario, la Iglesia nos enseña que su fuerza está en la fe con la que se usa:
- Nos recuerda nuestro Bautismo cada vez que nos santiguamos con ella.
- Purifica y protege, preparando nuestro corazón para Dios.
- Acompaña la bendición de personas, hogares y objetos de piedad.
- Nos ayuda a mantener la confianza en la protección divina.
- Preparar el espíritu para recibir los sacramentos.
Usos del agua bendita en la Iglesia
- Consagración: Para consagrar iglesias y altares.
- Bautismo: Se usa en la pila bautismal para administrar el sacramento del Bautismo.
- Bendiciones: Para bendecir personas, hogares, objetos de devoción y lugares.
- Exorcismos: Puede ser utilizada en los ritos de exorcismo.
- Entierros: Se usa en los ritos fúnebres para bendecir a los difuntos.
¿Qué dice la Iglesia sobre el agua bendita?
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que los sacramentales, como el agua bendita, “no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero preparan para recibirla y disponen a cooperar con ella” (CIC 1670).
Por su parte, el Código de Derecho Canónico señala que los sacramentales son “signos sagrados por los cuales, a imitación de los sacramentos, se significan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia” (c. 1166). Asimismo, indica que “únicamente la Sede Apostólica puede establecer nuevos sacramentales o autenticar los ya recibidos” (c. 1167 §2).
Un signo sencillo que nos acerca a Dios
Cada vez que entras a una iglesia y tomas agua bendita o te la impone el sacerdote, el obispo o el diácono, haces un acto profundo de fe: recuerdas que eres hijo de Dios por el Bautismo, pides ser purificado y confías en la protección del Señor.
De este modeo, recibir el agua bendita es un gesto sencillo, pero cargado de un gran significado, ya que nos une más a Cristo y fortalece nuestro camino de fe.
Así, el agua bendita sigue siendo uno de los sacramentales más presentes en la vida cotidiana de los católicos. Al entrar en una iglesia, al santiguarse, al bendecir una casa o un objeto, los fieles recuerdan que el agua bendita no es un amuleto, sino un signo sagrado que conduce a Cristo y a la vida nueva recibida en el Bautismo.
(CON INFORMACIÓN DE: DESDE LA FE)