Ciudad de México, 09 de septiembre de 2021.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) propuso un recorte de 47.1% en términos reales al presupuesto asignado a la Secretaría de Economía para 2022, a 3,587 millones de pesos.
De ser así, esta dependencia mantendría un declive pronunciado en al menos el último quinquenio, con excepción del presupuesto del año pasado.
En efecto, la Secretaría de Economía obtuvo una partida de 6,538 millones de pesos para 2021, lo que representa un alza de 1.1% en términos reales frente a 2020.
Pero el gasto programable para el Ramo de Economía propuesto para 2020 fue de 6,470.2 millones de pesos, un desplome de 64.6% frente a 2016 y un descenso de 33.3% frente a 2019, utilizando pesos de 2021.
Una de las primeras acciones de la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador fue desaparecer ProMéxico, un organismo público promotor del comercio internacional, las inversiones extranjeras y la internacionalización de las empresas mexicanas, el cual formaba parte de la Secretaría de Economía.
También el actual gobierno federal eliminó la Subsecretaría de Competitividad y Normatividad y, a partir del 1 de septiembre del año pasado, la Subsecretaría de Minería, creada apenas en diciembre de 2016, ambas de la Secretaría de Economía.
Sobre esa dependencia, en sus Criterios Generales de Política Económica para 2022, la SHCP expuso que una última acción del Gobierno de México que ha ayudado a la reactivación es el aprovechamiento de la sólida integración que mantiene el país con el exterior, particularmente con Estados Unidos.
La sincronización de la ratificación del T-MEC con la reapertura económica de los socios de México en este Tratado dio un estímulo a la demanda externa y representa una mayor certidumbre jurídica para el comercio y la inversión.
Ya la demanda externa se anticipaba favorecida por estrategias de reubicación geográfica por parte de empresas, ante la persistencia de las tensiones entre Estados Unidos y China.
En este sentido, en 2020 México subió del lugar décimo primero al séptimo a nivel mundial como receptor de Inversión Extranjera Directa (IED), de acuerdo con la OCDE. (CON INFORMACIÓN DE EL ECONOMISTA)